Capítulo 32

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-Uh...

Lentamente abro los ojos y dejo salir un leve gemido. Logro levantar mis pesados párpados, pero mi visión aún está borrosa. Me quedo acostado por un rato y reflexiono sobre mis memorias.

¿Yibo?

Termino de despabilarme con un susto, y junto a un grito caigo de nuevo en la cama. Tengo un terrible dolor en el estómago. Me quedo sin aliento y espero a que el dolor desaparezca. Después de tener sexo duro durante toda la noche, hubo ocasiones en las que la parte inferior de mi cuerpo dolía y no podía juntar mis piernas, aunque es la primera vez que duele como si el interior del estómago estuviera roto. Tardíamente, recuerdo lo que Yibo me hizo la noche anterior. Obviamente fue diferente del sexo que habíamos tenido hasta ahora.

¿Qué está pasando?

Mientras desciendo lentamente de la cama y me siento en la orilla, trago mi aliento. Es tan doloroso que es difícil respirar. Al mismo tiempo, siento que quiero morir, colocó una mano temblorosa sobre mi estómago y la mantengo ahí por un largo tiempo.

Haa, haa.

Me las arreglo para moverme, y respiro con dificultad. La casa está vacía como era de esperarse. No quedan rastros de él, así que podría creer que el día anterior fue un sueño si no hubiera sido por el dolor en mi cuerpo.

Miro fijamente a la puerta principal, que ni siquiera está cerrada.

¿Cuál fue la prisa por irse?

Tarde en recordar lo que había hecho. Poco a poco, la sensación de realidad viene a mí. Cuando me doy cuenta que le hice una marca, dejo de respirar. Mis manos tiemblan. No lo puedo creer.

¿Qué hice para...?

Mis rodillas tiemblan y casi me desplome. Me duele el estómago otra vez porque me estoy tambaleando, pero prefiero superarlo. Quiero olvidar completamente la realidad con el dolor, pero es inútil. Las cosas ya han sucedido y no pueden deshacerse. Tengo miedo incluso de atreverme a imaginar lo que sucederá en el futuro.

Solo hay un pensamiento en mi cabeza.

Tengo que huir.

Yibo no me dejará en paz si encuentra la marca.

Tenía que esconderme en alguna parte, pero ¿a dónde?

No puedo pensar en nada. Trato de levantarme a toda prisa, aunque colapsó nuevamente y grito. Me las arreglo para mover mi cuerpo y comenzar a empacar mis cosas.

Pasaporte, pasaporte. ¿Dónde está?

Cuando las lágrimas se acumulan por el dolor y el miedo, suena el repentino ringtone de mi teléfono móvil.

Hugh...

Giro la cabeza tragando saliva. El tono de llamada continúa. La voz de la cantante, que generalmente es relajada, suena particularmente grotesca hoy. No puedo moverme, mi cuerpo comienza a temblar. El ringtone se detiene después de sonar durante mucho tiempo, pero no hay lugar para el alivio, la música vuelve a sonar. Finalmente, me muevo titubeando, buscando el teléfono móvil. El tono de llamada se interrumpe un par de veces más y luego continúa nuevamente antes de que pueda contestar.

-Hola.

Cuando logro abrir la boca con voz entrecortada, del otro lado me llega una voz de alivio.

-¿Xiao Zhan? ¿Qué pasó? Estaba preocupado por qué no cogías el teléfono.

-Charles.

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