Extra 2- Capítulo 9.1

425 67 14
                                    

Xiao Zhan abrió mucho los ojos, sorprendido. La mano de Yibo que le sujetaba el hombro era lo suficientemente grande y dura para sentir el dolor, pero Yibo la agarró con más fuerza en lugar de soltarlo.

—¿Qué acabas de decir, has tomado un medicamento? ¿Inhibidor?

Xiao Zhan parpadeó avergonzado. No sé por qué reacciona tan violentamente. Abrió la boca desconcertado.

—Eh, no… Todavía no

—Todavía no, ¿ibas a tomar?

Xiao Zhan dudó en contestar.

—Si es necesario….

Who…….

Yibo se mordió el labio mientras intentaba no gritar. Controlando a duras penas su ira, escupió rápidamente.

—Ni lo sueñes. Es una locura tomarlo. ¿Estás intentando morir? ¿Cómo te sientes ahora? ….

La voz creciente desapareció de repente. Como era de esperar, Xiao Zhan parpadeó con sorpresa y asombro.

—Mi estado es…… No es bueno. El doctor no dijo mucho…. el inhibidor. ¿Se supone que no debo tomarlo? ¿Dijeron que interfería con mi memoria?

—No, no es así

Yibo sujetó el hombro de Xiao Zhan e inclinó la cabeza. Suspirando profundamente, levantó la vista.

—No deberías tomar inhibidores. Sucedió antes de que perdieras la memoria

Yibo, que apenas abría la boca con voz apagada, eligió palabras coreanas* e intentó persuadir a Xiao Zhan con coherencia.

*Acuérdense que por contexto es en Estados Unidos y hablan inglés.

—Debido a tu constitución física, no deberías tomar medicamentos a partir de ahora no se trata solamente de inhibidores, sino de hasta simples medicamentos digestivos. Primero debemos consultarlo con el médico y si en algún momento debes tomar alguno, este debe ser recetado. ¿Entiendes?

—……

—Contesta.

— …..sí

Sólo después de escuchar la respuesta, Yibo lo dejó ir. Tenía los hombros entumecidos hasta el punto de dolerme así que me los froté con las manos, pero Yibo, que se había revuelto el pelo con irritación, murmuró para sí.

No sé por qué has pensado eso. Nadie te debe decir que controles tus feromonas.

—Sr. Wang

Dijo Xiao Zhan sin saberlo. Yibo, que intentaba sacar el cigarrillo, dejó de moverse.

— ….. ¿qué?

Xiao Zhan volvió a abrir la boca tras recibir una voz que salió después de mucho tiempo.

—Lo has dicho, ¿no? ….

Añadió como si se hubiera decidido, aunque había dudado en terminar sus palabras.

—Que no huela a feromonas

Y en el momento en que me di cuenta, Yibo dejó de mirarme. Oh, Dios mío. ¡Oh, Dios mío! ¡Maldito idiota! Estoy tan enfadado conmigo mismo que estoy en un estado de abatimiento. Yibo se cubrió la cara con una mano y suspiró profundamente.

—¿Por qué recuerdas todo eso?

Xiao Zhan no pudo responder a la voz ridícula y se limitó a mirarle. Al ver a Xiao Zhan así, Yibo volvió a quedarse boquiabierto. ¿Cómo es posible que sólo recuerde la pequeña basura que fue y a cambio no recordaba ningún momento dulce?

BMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora