Capítulo 12

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— Es en serio que no lo sé. También opino lo mismo que tú y... — el cazador frente a ella le apunta con su arma. — ¡¿Sigues con lo mismo?! Ya te dije, ¡No lo sé! Y no malgastes las balas.

— Deja de fingir que no sabes. — Respondió Kiryuu muy molesto mientras seguia apuntandole a Agnes con su Bloody Rose.

— No lo hago. — Respondió de modo muy serio la vampira.

Algunos cazadores se estaban acercando, por lo que Agnes tuvo que regresar a la normalidad (aparentar lo más normal posible). El primero en aparecer fue el Cross Kaien. Los demás estaban muy detrás.

— ¡Zero! Muchacho, por favor baja el arma, ya no hay peligro. Agnes ... — comenzó a hablar en un tono bajo. — ... ¿Qué está...?

— Me vió trabajar. — trataba de esconder un mechón blanquecino en sus ropas, al parecer su tinte rojo intenso en el cabello ya no fue suficiente para esconder su albino cabello.

— Oh cielos, Zero, es difícil pero necesito que guardes el secreto. — El cazador de ojos lilas sólo se limitó a guardar su pistola.

...

Observaba con detenimiento a la taza de té que estaba frente a él. Con su mirada tan profundo, lograba que el té se evaporara poco a poco.

La razón que lo hacía retractarse en atacar la Sede de los cazadores aún resultaba un misterio para él.

No sabe de quién se esconde, ¿desde cuando se escondía de algo? ¿Qué había sido eso? Todo lo tenía frustrado, junto con los planes, había logrado eliminar un líder más de otro clan, aunque necesitaba más. Necesitaba llegar ahí.

El Sangre Pura pasa sus manos entre los cabellos castaños, alborotando un poco la melena, de pronto tuvo la necesidad de girar hacia la ventana, para ver su reflejo, pero, para sorpresa de él, no se vio a sí mismo, sino la silueta de otra persona, era difícil distinguirla con claridad, solo podía verle la mitad del rostro.

— De acuerdo, en mi larga existencia ... esto si que es extraño. — Kuran Kaname decide levantarse del sofá y caminar hacia el cristal, curiosamente la silueta de la mujer hacia los mismos movimientos de Kaname.

Incluso estando frente al cristal no podía verle mejor a la mujer de la silueta, él giraba un poco el rostro, si la silueta de la mujer copiaba los movimientos quizás pudiera verla mejor, pero ni así consiguió verla, sólo podía ver ese ojo azul tan profundo como el mar, su fina sonrisa, y un ¿hoyuelo?

Kaname se sentía intrigado por aquella figura, cuando tocó el cristal, la silueta de la mujer también lo hizo, parecía que se habían tocado la mano, entonces recordó lo del balcón. La manera en que movían sus mechones de cabello sin siquiera haber aire, sentir la caricia en su mejilla sin estar nadie...

— Con que, ¿Fuiste tú? — susurro Kaname al reflejo de la mujer a medio ver. — Me has dado un dolor de cabeza cada vez que quiero avanzar con mis planes, literalmente.

—En esos instantes la mujer no movía la boca para hablar, como Kaname, hasta que, en un instante, los labios de la mujer comenzaron a moverse, decían algo, pero, claramente no había voz para escucharla.

Kuran hacía el esfuerzo de descifrarlo pero no entendía, pero algo, una corazonada quizá, le decía que siguiera igual, que no tratará de dañar más personas por alguien que ya no está entre nosotros.

— ¿Tú que sabes? No te interpongas. — Y como si le leyeran la mente la silueta volvió a mover sus labios, para responderle...

— Sé más que tú, Sangre Pura. — Por muy increíble que se entienda, fue como si Kaname pudiera oírla, al menos pudo oír ese par de palabras.

— Mi señor, Kaname Kuran. — Seiren estaba a unos pasos de él, haciendo una reverencia.

Por un instante Kaname se giró a verla, y cuando observó el cristal de nuevo, era su propio reflejo el que aparecía, ya no estaba la silueta de la mujer.

— Pensaré en cómo callarte la boca. — dijo para sí mismo con una leve sonrisa.

...

Aún era de madrugada y quedaba bastante trabajo, lo peor de todo es que fue una cacería rápida y los cazadores suelen ponerse de mal humor.

Agnes fue llevada rápido a la academia, después del espectáculo con Zero, su Sensei, Kaien Cross no quiso arriesgarse a que alguien más la viera con su verdadero potencial.

— ... Ahora sólo resta buscar los padres, de los niños que fueron raptados y ... ¿Zero me estás poniendo atención? —

— Sí, Presidente.— responde friamente.

— ¿Estas cansado? Puedes irte a descansar, ya tuviste mucho con el confinamiento...

— ¿Qué es ella? — al fin preguntó Zero. — Ningún ex-humano tiene habilidades así, no sé si un Noble pueda, y un Sangre Pura. Usted nunca la mencionó, ¿Qué más oculta? —

— Zero, te puedo explicar pero... —

— Quiero toda la verdad, como futuro Presidente de la Asociación de los Cazadores tengo derecho a esa información.

— Vaya, no pensé que lo aceptaras tan pronto.—

— No lo hago, pero no voy a permitir que ponga de intermediario a la Sede por secretos suyos, porque no estoy de acuerdo con usted en muchas cosas, y esta es una de ellas.—

El director se quedó callado y serio ante la confrontación.

— Prometes ... que ¿no lo dirás? Esto va mucho más allá del mundo en el que vivimos, Zero. Promete que no lo dirás, a nadie, incluido a ella ... Por ahora. —

— Sí. —

— Esta bien. — el director toma un gran respiro, se asegura que no hay nadie más, y cierra con llave la oficina. — De acuerdo, esta bien ... — lucía muy nervioso el director. — No se lo dirás a NADIE, por favor Zero. Veras ... ella tiene esas habilidades porque es ...

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora