Capítulo 9

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— ¡Zero! — dijo Akane tosiendo por el cocktail con el que se había atragantado.

— ¡Te dije que no salieras! — dijo Zero empujando a todos hasta llegar a Akane. — ¡¿Qué diablos?! ¡¿Estás tomando?! ... ¡Hueles a humo! ¡¿También estás fumando?!

Akane no sabía donde meter la cara de vergüenza. Por más que lo intentara, no sabía donde meter la cara.

— ¡No es asunto tuyo! — contestó Akane con voz fuerte, aunque no debía meterse Zero, es un cazador y además, aún le importaba, cualquier paso en falso el podría salir con graves problemas.

— ¡Claro que lo es! ¡Te dije que estabas en peligro! ¡Regresemos ahora! —grito enojado Zero y fulminando a Akane con la mirada.

— ¡No me vengas a gritar! ¿Quién crees que eres para tratarme así?!

Zero ni siquiera habia prestado atencion a los gritos de Akane, sino que al vampiro que estaba con Akane bebiendo.

— ¡¿Y tú qué mierda ves?! Largo! — La conquista de Akane corrió despavorido al escuchar a Zero gritar.

— ¡¿Quién te crees?! ¡Eres tú quien debe irse! — grito Akane empujando a Zero.

— Los DOS nos iremos, ¡AHORA! — dijo Zero enojado y tomando a Akane del brazo, no la tomó con mucha fuerza, pero sí la suficiente para que no se le escapara y sacarla de ahí de entre tanta gente.

— ¡¿Que te crees?! ¡¿Mi padre?! ¡Suéltame!.... ¡Te ordeno que me sueltes!

— ¡No sigo tus ordenes! — dijo Zero mientras seguía arrastrándome lejos de la barra. Hasta que llegó un vampiro a intervenir.

— Oye amigo, la dama no quiere irse, sueltala. — dijo cortes el vampiro, con semblante serio.

— ¡No eres mi amigo imbécil! Piérdete! — grito Zero poniéndose frente a Akane pero sin soltarla del brazo.

— ¡Zero basta! ¡Estas loco! ¡Sueltame por el amor de los dioses!

— Ya oíste a la dama, sueltala. — se unieron más vampiros impidiendo que Zero y Akane salieran del edificio. En este punto ya eran el centro de atención.

— ¡Pierdanse malditos chupasangre! — grito Zero mostrando los colmillos. No solo eso, estaba apunto de sacar la Bloody Rose de no ser que Akane lo detuvo y ahora ella estaba frente a Zero pero viéndolo a los ojos.

— ¡Zero para! ¡Ya es suficiente! ¡Vete de aquí! — grito Akane, pero lejos de oirse molesta, era más bien suplicante.

Pero entonces uno de los vampiros intentó hacerse el valiente y tomó a Akane de los hombros para apartarla de Zero mientras que dos de sus amigos iban a atacar por detras de Zero. Pero el cazador saco su arma y disparo contra los tres vampiros haciendolos polvo al instante.

— ¡¡¡C-Cazadores!!! — gritó uno de los vampiros espectadores.

Entonces Zero harto, disparó hacia arriba varias veces y el lugar se tornó todo un caos, todo el mundo corriendo y gritando. Como era una mascarada clandestina, los vampiros no querían que los cazadores los atraparan y los mataran, por eso en cuanto escucharon los disparos y vieron esa tenue luz morada de las balas intentaron huir pero estaban provocando estampidas.

— ¿Qué hiciste Zero?! — grito Akane.

— ¡No te apartes! — dijo Zero tomándola del brazo, esta vez de forma protectora aunque aún seguía molesto y mostrando los colmillos, su prioridad ahora era sacar a Akane y evitar que llegaran sus hermanos y la mataran.

Sin que ambos se dieron cuenta, entre los vampiros corriendo y destruyendo todo, Christopher intentaba huir ileso de las estampidas.

Entre las estampidas, Zero mantuvo a salvo y con la identidad encubierta de Akane, llevándola lejos del edificio, hasta una pequeña plaza donde todas las calles coincidieron comenzaron los verdaderos problemas.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora