Capítulo 13

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Cross pidió explicaciones a Akane, pero Zero en todo momento defendió a la Reina de los vampiros. Hanabusa también hacía preguntas a Akane para ver si algo en lo que hicieron pudiese cambiar para convertir a Zero a humano, pero Akane estaba segura que no había faltado ningún paso, y al tener las lagunas mentales no tenía idea de cómo fundamentarlo. Estaba decepcionada de sí misma.

Cansado, el Presidente dejó de discutir con Zero y se llevó a Aidou Hanabusa, y les prohibió a los dos salir de la habitación hasta nuevo aviso.

Ya solos, Zero intentó hablar con Akane, mas que nada, para poder convencerla que no había hecho nada malo.

— Yo debería ser quien te de explicaciones Zero. No sabes cuanto lo siento. Arruine tu vida...

— ¿Cuántas veces tengo que repetirlo? — dijo impaciente Zero, hasta con cierto toque de molestia. — Yo lo decidí.

— Pero, ¿por qué? ... ¿Por qué? — preguntó Akane con una mirada tan triste y decepcionada, pero de sus capacidades, de su intelecto, de ella. Zero no sabía cómo explicarle que su decisión fue por ella, en el sentido positivo, no porque ahora era esclavo, pero temía que su confesión deshabilitara más el estado de ánimo de la albina.

— No me lo creerías si te respondo...

— ... Ya estabas enojado conmigo... Ahora con esto, ya no dudaras en dispararme. — sonrió levemente con sarcasmo la vampira.

— Lili, basta con todo esto. — dijo exasperado pero al mismo tiempo tomó la mano de la vampira. Respiro hondo el cazador, enterrando su molestia. Cuando ambos miraron sus manos, él apartó su mano y ella hizo lo mismo.

Era obvio que quería estar con ella y que incluso desafió la muerte con tal de volver a su lado, pero dado la situación y a cómo se sentía Akane de abrumada, Zero entendió que debía mantener su distancia por ahora y tratar de ser más paciente.

— Sé que todos tenemos errores, sin embargo, este error no me lo puedo perdonar. — comentó Akane con la mirada baja y la voz débil. — Yo... Entenderé si no me vuelves a hablar, ahora más que nunca tienes razones de sobra.

Zero se quedó cabizbajo.

— ... Yo nunca estaba enojado contigo y, — ella volteo instintivamente al oirlo hablar. —: lamento mucho haberte hablado enojado aquellas veces.

Akane frunció su ceño con extrañeza, parpadeo un poco antes de levantar la mirada y buscar la de Zero.

— ¿Qué dices? ... Zero, eres amable en tratar de no hacerme sentir mal pero...

— Es la verdad. — interrumpe Zero levantando la mirada, se notaba la decisión y determinación en su rostro. — No lo estaba... Era más bien coraje hacia mi, que no debí haber descargado contigo... Yo debí haberme arrodillado y pedirte disculpas, no tu.

Akane vio en los bellos ojos lilas de Zero que hablaba con sinceridad, pero aun así, nada de la situación cambiaría. No podía evitar que Yuuki siguiera siendo amante de Kaname, y le daba mucha pena que ahora Zero estuviera en la misma situación.

— Yo tampoco estuve enojada contigo, nunca lo hice...— najo la mirada Akane. — Yo también quiero pedirte perdón por haberte dicho esas cosas horribles...

Zero sonrió levemente.

— ... Creo que ahora en mi condición, entiendo porque lo dijiste. Me sorprendió el excéntrico lenguaje... — Hizo una pausa, respiró hondo y exhaló, debía hablar de algo importante. Dilo, resonaban las palabras en la cabeza de Zero.

— Eso no es bueno. — dijo Akane sarcástica al ver cómo suspiró Zero.

— ... Quiero decirte que, vi tus recuerdos, — en cuanto dijo 'recuerdos' Akane lo miró asustada, como un criminal atrapado in fraganti. — no todos pero, me ayudaron a entender... muchas ... muchas cosas. — esto último lo dijo como un susurro.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora