Capítulo 34

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Yagari-sensei no dejaba de fumar, parecía una locomotora de vapor. Mientras esperaba a que terminara la reunión entre el Presidente Cross con su sucesor y el Consejo de la Sociedad Vampirica.

Kaito comenzaba a marearse por tanto humo que ya le era difícil mantenerse de pie.

— ¡Kaito no te duermas! — reprendió el cazador a su discípulo.  

— Yagari-sensei, creo que llevamos 5 horas aquí.

— Calla, no te quejes. — volvio a encender otro cigarro.

— ¿Por que esta tan preocupado? — pregunto Kaito un poco somnoliento.

— Por esos dos... Cross Kaien y ahora la tal Akane Kuran, sobre todo ella. Es una serpiente.

— Creí que tampoco le agraba mucho el presidente Cross por lo que estuvo ocultando todo este tiempo.

— Eso no te incumbe. Pero lo que hizo ella no tiene perdón.

— ¿Y nosotros estamos absueltos de culpa? — miro de reojo a Yagari, su mentor no dijo nada. Perfectamente sabia que en todos recaia la culpa.

Entonces la puerta del salón se abrió, ya que la junta había tenido lugar en uno de los salones mas grandes de la Academia Privada Cross.

Todos los vampiros del Consejo salieron, después los esposos Kuran y al final Cross y Kiryuu, ambos con mala cara.

— ¿Y bien? — pregunto Yagari.

— Esta hecho. Acordamos un nuevo tratado de paz, y mientras Kuran cumple con servicio comunitario ella estara a cargo del Consejo y de la sociedad.

— Cross-sensei, porque dejo que ella se saliera con la suya? ¿No debia irse a London? — pregunto Kaito muy molesto.

— Kaito, basta. — reprendió Yagari, sin mucho éxito.

— Pudo haberla delatado a la embajada de London y ...

— Basta Kaito. — esta vez el que callo a Takamiya fue Zero. Se limito a guardarse las manos en los bolsillos y retirarse del lugar. Por unos instantes, Yagari pudo ver un ligero brillo de color rojo sobre los ojos de su discípulo.













Seis meses después...

Y durante 6 largos meses, la esposa Akane Kuran tomo mucho renombre y buena reputación con su toma de decisiones para estabilizar a la Sociedad Vampirica y mantener las buenas relaciones con los Cazadores. Y junto a Kaname impulsaron la producción masiva de las nuevas píldoras que Hanabusa Aidou había inventado, crearon centros de apoyo a vampiros para eliminar su hambre y centros de apoyo para humanos afectados indirecta o directamente de las acciones de los vampiros (sin revelar la existencia de los suyos a los que no estaban enterados).

Akane fue la primer vampiro en crear una compilación de leyes para la Sociedad y de expandir su soberanía sobre toda la isla y gracias a su arduo trabajo, pudo recuperar también la reputación de Kaname Kuran colocándole nuevamente como el Rey de los Vampiros. Un trabajo excepcional digna de una esposa, o en este caso, un Reina. Nunca antes se había conseguido una estabilidad tan rápida, y que fuera un parte aguas para tiempos venideros.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora