Capítulo 14

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Relativamente, la sede estaba tranquila, pese a las constantes entradas y salidas de cazadores nuevos y de los rumores de la "creación de un ejército de cazadores". Pero mientras matara más rápido a los vampiros, a nadie le molestaba.

Después del juicio de la Reina de los vampiros, era obvio, Kaito tendría que cumplir ahora con su parte del trato, debía aprovechar ahora su mayor rango, ya que Zero perdió algo de autoridad por haberse transformado en Sangre Pura. Ahora que lo pensaba mejor, Zero también le había advertido.

El cazador de cabello desordenado y castaño cenizo, terminó de alistarse y salió de la Asociación. Caminaba despreocupado y un poco distraído. En parte su mente se tranquilizaba al saber que no mataría humanos, pero lo que le preocupaba es que fueran igual de difíciles de tratar como a la albina.

Según la información de Zero, ellos estarían por la ciudad cerca de los bares para vampiros, aunque por su gran concentración por rastrear a los hermanos, no se dio cuenta que Hiromi ya lo venia siguiendo desde un par de calles.

Justo cuando el cazador levanto la mirada se asusto al ver a la chica, y ella tambien se asusto.

— ¡Ay! Lo siento... No quise asustarlo Takamiya-sensei.

— ¡Tch! ... No me asuste, ¿qué haces aqui? Deberias estar en la Academia.

— ... Quería, hacer algo por Akane-sama. Se lo de sus hermanos, incluso...

— No necesito cuidar de un vampiro cuando voy a atacar a otros, regresa a la Academia. — interrumpio Kaito.

— Pero yo se dónde estan exactamente. — Kaito entonces le presto atencion. — No soy una niña que solo llora y corre. Me he esforzado por ayudar a mi señora y amiga. Y no va poder sólo, me advirtieron que serían difíciles, asi que le conviene a alguien que también sepa de "trucos". — cuando dijo esta ultima palabra, extendio sus manos frente a ella y destellaban una luz color amarilla, despues desapareció el destello de luz.

Kaito la miro con duda, la consideraba una carga, más que una ayuda cuando estaba con Akane.

— No va ser mi culpa si mueres. Dime dónde estan. — Hiromi sonrio y se adelanto a Kaito para mostrarles el camino.

Ya era de noche, una hora muy peligrosa para un cazador, pero para Hiromi no. Tenia todas las cartas a su favor, si quería usar la magia que aprendió debía ser ahora, o de lo contrario perdería su fuerza en cuanto saliera el sol. Una vez que llegaron a la casa, se las arreglaron para espiar el interior gracias a un hechizo de Hiromi.

Ella coloco sus manos en la pared desprendiendo el destello amarillo, unos instantes después la pared se volvió un cristal, lo mejor era que no se estaban dando cuenta que eran espiados. Kaito miro y se aseguro que fueran tres.

Zero tenía razón, eran ellos, su misma aura era idéntica a la de Akane, aunque su presencia y esencia no era igual a la de un vampiro, podía concluir que no eran humanos.

— Impresionante. — susurro Kaito.

— Gracias, sensei. — respondió Hiromi de la misma forma. Cerró sus puños y al mismo tiempo el hechizo desaparecía.

— Aguarda aquí, terminaré con el trabajo.

— Espere, no podrá entrar así. Tendrá que atacar cuando estén dormidos.

— ¿Y como diablos voy a esperar a que se duerman?

— No dije que tendría que esperar. — rió por lo bajo Hiromi. Ella empezó a mover sus dedos como si estuviera creando una esfera de luz. Al terminarla los hermanos se quedaron en una especie de trance, no estaban dormidos pero si inmovilizados. — Creo que no voy a aguantar mucho tiempo... Así que, ¡dese prisa! — susurro Hiromi con mucho esfuerzo por hablar, mientras mantenía la esfera de luz intacta.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora