Capitulo 42 Parte 2 [Fin del Acto 1: La nueva Sociedad]

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Akane iba nerviosa, no paraba de jugar con sus dedos entrelazados. Era tanto su nerviosismo que incluso la pobre Hiromi se estaba contagiando del sentimiento.

El conductor del auto le había avisado a Akane y a su acompañante que llegarían a su destino en 5 min.

Akane movía los dedos, después los entrelazaba y soltaba, después movia la pierna con frenesí, al intentar calmar sus nervios se cruzaba de brazos y de piernas, luego volvía a bajar los brazos volviendo a repetir el patrón. Pero vio que Hiromi empezaba a imitar sus acciones.

— Oh, Hiromi. Lo siento. — dijo amable mientras ponía su mano sobre la de Hiromi para calmarla. — No hay de que preocuparse, solo son mis nervios por ver de nuevo a mis padres.

— Oh! Ya entiendo... ¿Porque no trajo a Yukari?

— ... Porque ya no quiero gente hipócrita de mi lado. — dijo seria. — Yukari le informa de todo a Sara Shirabuki. Pero tu eres distinta, a pesar de todo seguiste de mi lado. — sonrió levemente la vampira albina.

— Bueno, yo también le aviso a Sara-sama cuando usted requiere de su ayuda.

— Si, pero Sara asigno a Yukari como mi dama porque aun desea tener el poder y el control de la Sociedad. Solo esta buscando alguna oportunidad para ella quedar con todo. Y quiero que las cosas mas importantes, como estas, queden entre nosotras Hiromi.

— De acuerdo. — sonrió la chica de cabello castaño.

Por un momento hubo silencio, solo se escuchaba el auto andar entre las calles de London.

— Y... dime, ¿no estas triste porque no pasaras la navidad con tus padres?

— No. Ya me he acostumbrado, desde los 11 anos estoy en institutos donde debo vivir en la escuela. Y mis padres son gente de trabajo.

— ¿Y tus hermanos?

— Soy hija única. Así que no saben nada de Sara-sama o de los vampiros... ni de que yo he sido convertida.

Akane se dio cuenta que Sara elegía a las niñas que se sentían solas y así se aseguraba de estar rodeada de gente que podía usar como títeres.

— Ya veo... — dijo sin emociones la vampira albina.

— ... Pero me siento mas cómoda con usted. — admitió Hiromi con una gran sonrisa. — Aunque se enoje a veces.

— Si, vaya que me he enojado últimamente. — rio un poco Akane. — Pero tratare de que ya no sera así. Lamento las veces que te grite.

— Descuide Akane-sama... pero no me lo tome personal. Se por lo que esta pasando. Es lo que hacen las amigas no? — con una muy gentil sonrisa miro a Akane.

La vampira albina se quedo sorprendida, de verdad era genuina su respuesta y no deseaba nada a cambio, excepto que la tratara como una amiga.

— ... Claro. Amigas... — hasta para Akane le era extraño volver a decir esa palabra.

We are arrived, lady. — el chofer anuncio mientras se estacionaba sobre un espacio libre.

— ¿N-Nani? — pregunto Hiromi un poco confusa ya que no sabia del idioma local.

— Dice que hemos llegado.

— ¿Y puedo ir con usted?

— Ehm, claro. — dijo Akane un poco preocupada.

Cuando el auto aparco, Akane y Hiromi bajaron del auto, la chica estaba maravillada por el estilo de las casas, muy distintas a las de su país natal que, aunque tuvieran una influencia arquitectónica de estilo occidental, no era lo mismo que vivirlo en London.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora