Capítulo 17

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Ya habían pasado algunos minutos desde que comenzaron las clases del turno nocturno. Todo marchaba bien, por ahora.

— ... ¿y cuando es la parte donde invocas al diablo? — dijo Zero con seriedad pero Agnes estalló en carcajadas. Al cazador de ojos lilas comenzaba a gustarle como se reía Agnes, aunque fuera de forma muy fuerte, pero era porque, de alguna forma, le hacía lucir mejor su persona, sin duda mejor, comparado a como la había visto hacía unos días. Agnes no quería que lo supiera Zero lo que hizo con Yuuki, se había dado cuenta lo mucho que aún le afectaba.

— Si fuera luciferina o satánica quizás lo haría, pero mis deidades son el Dios y la Diosa. — respondió con amabilidad y aun con una hermosa sonrisa la pelirroja.

— Das escalofríos. — dice Zero con una leve sonrisa. Casi imperceptible.

— ¿Yo? ¿Qué me dices de ti? Si en este momento estás sonriendo, eso si da escalofríos, jajaja! — le señalo la boca mientras seguían caminando alrededor de los salones.

— Cállate. — se rasca la comisura de los labios. — Entonces sajona es por el área en donde se creó tu hermandad? —

— Si, yo no era de la capital sino un poco más al noroeste. Pero dejemos de lado eso, ¿qué hay de ti? ¿Siempre viviste por aquí? —

Desde el día que se había peleado a golpes (si, ese mismo día donde contacto con Kaname y su energía se dispersó por todos lados haciéndola sentir muy agotada y débil) ambos tuvieron que pasar más tiempo juntos por trabajo pero a ambos les ayudó para entenderse mejor, parecían amigos de muchos años. Y esto rápidamente llegó a oídos de la Presidenta de Clase, Yuuki Kuran.

La sangre pura sentía celos de su amistad sin un arma de por medio, la conexión que tuvieron ellos fue demasiado rápido y en cambio a ella le tomó años tratarlo, no era justo para ella. En sus pensamientos más infantiles, se sentía reemplazada por una extranjera.

Se sentía terrible al denominarla "extranjera" porque no había porqué usarlo como peyorativo, y trataba de sentirse tranquila. Ella ya no tenía nada que ver con Zero, más que un cazador aliado.

Pero sus pensamientos volvían una y otra vez, mientras trataba de escribir en su cuaderno se dio cuenta que había escrito el nombre de Zero en toda la hoja. Con el rostro ruborizado y con frustración arrancó la hoja y la hizo trizas.

Debía calmarse o lo notarían los demás.

— Creo que solo miraré el cielo. — dijo para sí misma, miró por la ventana soltando varios suspiros de frustración, pero los prefectos estaban dando aún la ronda fuera de los salones y los vio caminando, aun charlando y riendo. — "¡Deberían estar trabajando! ¡Agnes que atrevido de tu parte! ¿Puedes dejar de portarte tan amigable?" — pensó la sangre pura con muchísima más frustración y celos. Se le quedó viendo por más tiempo a Agnes, juzgando con la mirada. — "Para no usar falda ni una vez se nota que está bien dotada de atributos, ¿será esa la razón por lo que Zero siempre está con ella? Eres un pervertido." — ese fuerte sentimiento la hizo mirarse sus pecho, eso quizás la desplomo al notar que aun tenia cuerpo de 13 años. Pero su examinación de pechos se vio interrumpida por Rima, que ya se encontraba junto a ella. — ¡¡Rima!! ¡¿Qué haces?! Me asustaste. —

— Eso debería preguntarte, ¿Qué estabas haciendo? —

— Nada. — Contesto rápido aun sonrojada.

— Ah, ¿la pelirroja? — ella también volteo a la ventana. — Esa chica ríe muy fuerte, ruidosa. —

— Si, quizás.—

— Shirabuki me pidió que te lo diera. — Por debajo de la banca le paso un pequeño pañuelo, algo estaba envolviendo el trapo de tela. — Dice que después te explica, cuando acabe la clase. — y antes de que volteara el profesor, de un salto ella regresó a su asiento junto a Shiki.

La verdadera Reina de la NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora