Un Favor Descabellado

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Shaoran:

Aún sigo incrédulo en que Sakura haya aceptado acompañarme a China a enfrentar todo lo que me está esperando desde hace tiempo. Debo volver y arreglar todo este disparate que se ha creado gracias a mi estupidez.

Después de estar por mucho tiempo entrelazados en el sofá recogemos nuestras ropas y sin dejar de mirarnos nos cambiamos a vista y paciencia sin importarnos nada. Es como si la confianza fuera algo común entre nosotros.

—Vamos a mi departamento, prepararé algo delicioso para cenar—me invita y la tomo de la cintura—. Cuando nos iremos.

—Si estás dispuesta la próxima semana—respondo con decisión—. Ya no deseo seguir dilatando esto.

—Entiendo—acaricio su rostro con suavidad dándole un tierno beso—. Solo espero que todo se solucione.

Eso lo dijo con algo de tristeza, un brillo intenso paso por mis ojos, y mi corazón está latiendo con fuerza, mis manos la aprisionan más y la abrazo, un temor acaba de apoderarse de mí pero se que esto es solo un favor y un apoyo de parte de mi jefa y…

—Vamos a cenar—cambio de tema sin dejar de sonreír, no quiero pensar en nada que tenga que ver con lo que mi corazón está sintiendo.

Salimos juntos de la empresa y subimos a su auto, me dio las llaves para manejar, al llegar subimos por el ascensor y entramos a su departamento, está vez lo veo con más detenimiento, ya que la primera vez por la oscuridad no vi nada y solo pasamos directo a su habitación.

Recordar esa noche vuelve a calentarme y sentir sensaciones que solo ella ha despertado como un huracán. Sonríe y me guiña un ojo.

—Ponte cómodo¿Deseas tomar algo? En el minibar hay infinidad de tragos y vinos—me señala a un hermoso estante donde hay infinidad de botellas llenas de bebidas alcohólicas—. Me cambiaré de ropa y cocinaré.

La veo que se va a su habitación, tengo unas ganas inmensas de ir tras ella, cenarla entre mis brazos y dejar que otros vez no quede nada de nosotros. Sonrió por ello, desde que estuvimos juntos la primera vez, no me he saciado de ella, de su cuerpo, de su piel, sus hermosos cabellos castaños claros y sus ojos verdes que cada día me ponen más demente.

Veo una botella de whisky y me dispongo a servirlo con unos cuantos cubos de hielo, escucho que la puerta de su habitación está cerrada y va directo a la cocina. Con mi vaso de whisky voy a verla, rápidamente está cortando, aderezado y acomodando todo para una deliciosa comida.

—No sabía sobre tus artes culinarias, me estás sorprendiendo—le ofrecí el otro vaso de whisky que me recibe con una sonrisa—. Aparte de ser la mejor empresaria según la revista Forbes, ahora eres una excelente chef.

—No sabes muchas cosas de mi aún—me guiña el ojo mientras toma su vaso de forma sugerente—. No sólo te volveré loco en la cama, ya verás cuando pruebes mi comida.

Sonrió con dulzura, después de cocinar le ayudo a poner la mesa, mientras lo hago un ruido en la terraza me hace fruncir el ceño, voy a ver de qué trata, cuando abro me doy con la sorpresa de encontrar a un gato gordo y con la panza para arriba, lamiéndose los bigotes. A su lado está un tazón de comida y otro donde ponen el agua.

Al verme se pone huraño y me enseña los dientes, sus uñas están demasiado largas y puede querer lastimar a alguien.

—Acá estás—se acerca pero al ver a su gato se pone pálida, se agacha a su altura y esa bola de pelos se frota en su mano—. Kero ¿donde te has metido gato sinvergüenza? Te has engordado demasiado.

Parpadeo incrédulo, solo con ver a Sakura tan fresca y siendo ella es como.si fuera otra mujer. Acaricia y mima a ese gordo, e sinvergüenza se estira. Va a la cocina y trae una bolsa con croquetas caseras para gatos y un caso de leche.

𝕄𝕪 𝔻𝕦𝕝𝕔𝕖 𝕊𝕖𝕔𝕣𝕖𝕥𝕒𝕣𝕚𝕠¿𝕊𝕖𝕩𝕪 𝕪 ℙ𝕖𝕣𝕧𝕖𝕣𝕥𝕚𝕕𝕠?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora