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Reencuentro Inesperado

Shaoran:

Veo mi reloj y Sakura esta demorando un poco, miro a todos lados pero en especial a la parte por donde está el tocador, mis pies se mueven con algo de ansiedad.

Desde que mi abuela me dijo que el único requisito para volver a tener el control de todas mis empresas es casándome. Y eso será lo último que haga.

Estoy viendo por la ventana por fuera se ven autos estacionados fuera del lugar, otros que ya se retiran y gente transitando. Estoy tan concentrado que una cabellera de color castaño oscuro hasta la cintura, tiene un vestido largo pero no puedo verle el rostro porque está de espaldas, mi cuerpo se puso tenso y un temblor se apodera de mi. Esa mujer se sube a un auto que se va con rumbo desconocido.

El carraspeo de Sakura me regresa a la realidad, se sienta sin dejar de mirarme sonrojándome, tal vez me vio mirando a otra mujer. Y no quiero que piense que ya me gusta alguien más y que pronto le pondremos fin a esta "relación"

—Estoy hablándote pero estás acá pero tú mente está fuera de la ventana—se acomoda para terminar de comer—¿Pasa algo?

—Lo siento es que...—no sé si sea buena idea decirle que acabo de ver a alguien parecida a mi ex—. No es nada solo vi un auto que llamó mi atención, me refiero al color.

—Ahhh—toma su vino con sugestividad, no sé si lo hace a propósito o es así su manera de tomarlo, porque me está volviendo loco la forma en cómo se relame los labios, me imagino que se relame de esa manera al penetrarla con tanto ahínco—¿Volverás a tu casa?

Agradezco el que haya cambiado de tema, me tomo mi vino de golpe para bajar el nivel de sofocación que me acabo de ganar solo por ese simple toque de sus labios.

—Tengo que hacerlo, mi abuela me ha dicho lo que tengo que hacer para poder retomar el control de mis empresas—se cruza de piernas y otra vez mi amiguito no me deja estar quieto—. Sakura.

—¿Mmmm?—me mira con esa maldita sonrisa de inocencia que me enloquece, sus labios están entreabiertos y yo estoy a punto de llegar a mi punto de quiebre—¿Qué pasa?

Me levanto con rapidez, dejo los billetes encima de la mesa y la agarro de su brazo para salir de ese lugar, está mujer es mi debilidad y no sé si lo sabe por eso hace todo esto, o es que es siempre así de coqueta. Lo segundo me revuelve las entrañas, sentirla o verla que le hace eso a otro me dan ganas de azotarla contra la pared y que sienta quién soy yo.

Llegamos a la habitación y sin darle tregua le quito la ropa dejándola aturdida pero a la vez con el deseo sexual al límite. La cruzo de piernas sin dejar de besarla con locura y frenesí.

Su hermoso y delgado cuello así como su clavícula son lo primero que atacó, me saca la camisa con rapidez dejando mis pectorales a su vista. Los besa con intensidad haciéndome gruñir.

La tiró a la cama y encima de ella la hago completamente mía, sus pechos son perfectos para mis manos, escuchar mi hombre en sus labios es algo inverosímil, solo quiero que ella sea la única que lo haga. Mis manos se pasean por sus muslos subiendo por sus caderas y cintura, siento que lo está disfrutando y no paro en lamer y succionar sus deliciosos y delicados pechos que ya los declaro míos.

—¡Ahhhh Shaoran!—jala mis cabellos con fuerza que me pone más duro y con el deseo de una buena vez penetrarla, pero quiero que disfrute está tortura un poco más—¡Por favor!

—¿Que?—pregunto besando su vientre plano, se arquea ante eso, me saco los pantalones dejando a su vista mi miembro que está ansioso por enterrarse en su perfecta concha—¡Dime qué es lo que deseas!