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Capítulo 9

—Eh, he oído que sus hamburguesas no son tan buenas —continuó diciendo el falso Oliver, moviendo los ojos, sin saber que hacer.

—En realidad, son muy buenas —dijo ella, sorprendiéndose un poco.

—¿Qué tal si vamos ahí? —dijo Oliver apuntando a un lugar.

Era un restaurant de color azul claro que decía "Croissants".

«Pensé que me llevaría a una disco», pensó Isla sorprendida, abriendo los ojos.

—Sí vamos —dijo ella, alegre y cerrando los ojos, sonriéndole.

Empezaron a dirigirse hacia allá y ella no sabía si agarrarle el brazo, sin embargo siguieron caminando.

Por otro lado, en la sala de estudio. Simon estaba enseñándole a Ema lo que se le ocurría en el momento, aún si no tenía sentido y ella trataba de comprenderlo.

—Bien, ya acabamos —dijo Oliver en Simon, algo cansado.

—Eso estuvo algo complicado —dijo Ema, también cansada.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, pensando.

«No lo digas, no lo digas», pensó Ema, con ganas de decir algo.

—¿Quieres hacer algo? —dijo Simon en un tono algo serio, expresando lo que pensaba Ema.

—Sí —dijo algo nerviosa—. ¿Qué quieres hacer? —agachó la cabeza y tomó su nuca.

Simon no sabía que hacer y se quedó viendo, algo serio, iba a hablar por decir algo, pero Ema lo interrumpió.

—¿Quieres venir a escuchar música? —dijo Ema.

—Sí, claro —dijo como si no le importara.

Ambos se pararon, Ema recogió sus libretas e iba a empezar a recoger los libros que habían sacado y que estaban regados en la mesa, pero Simon se acercó a ella.

—Déjalos —dijo Oliver en Simon como si nada—. Que alguien los recoja.

Empezó a caminar, haciendo que ella también, ella abrió la puerta y salieron.

Ambos iban caminando por el pasillo donde estaban los casilleros.

—¿A dónde iremos? —Dijo Oliver en Simon.

—A mi dormitorio —dijo Ema.

Oliver en Simon, casi se atragantó con su saliva. Él quería comportarse aún más como él mismo con ella, pero trataba de contenerse.

Y ambos siguieron caminando, pasando por el campus, hasta que llegaron al dormitorio de las chicas.

Entraron y se fueron a la habitación de Ema, que estaba en la izquierda, en la tercera habitación, casi al fondo, en el primer piso. Por fuera y por dentro los dormitorios también tenían forma parecida a un castillo.

Ella abrió su dormitorio, su compañera de dormitorio no estaba, se adentraron un poco y Oliver en Simon pudo contemplar la cama de ella en el lado derecho y que tenía varios pósters de anime en las pared y el techo. También vio que tenía un escritorio con cosas gamer, una silla gamer y unos audífonos que se iluminaban con luz led rosa y que tenían orejas de gato.

Ema se sentó al final de la cama, Simon cerró la puerta y la siguió.

—Te pondré unas canciones —dijo Ema.

Había un reproductor de CD de color rosa, que parecía un simple rectángulo con las esquinas redondeadas, en su cama, en el lado izquierdo. Ema se acercó a el.