Capítulo 25

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Oliver en Simon estaba en la habitación de Simon y salió al pasillo, a donde estaba el barandal y se recargó en el.
Era nochebuena y eran las 4 p.m.

—¡Baja a comer! —gritó la mamá de Simon.

Oliver en Simon lo hizo, hasta que llegó a la mesa, que estaba al lado derecho de la puerta.
Era redonda, de color azul oscuro, al igual que la silla de diseño cuadrado.

Él se sentó al lado de la puerta y la mamá de Simon fue hasta a su lugar a servirle una sopa que había hecho especialmente para nochebuena.

—¿No, nos acompañará mi papá? —dijo Oliver en Simon y volteó a verla, pero el percibía que ella podría sentir que él no era su hijo—. Por cierto, Feliz nochebuena —se paró y la abrazó—. Mamá.

—Gracias hijo —correspondió el abrazo con una cara nostálgica y luego se separaron—. Tú papá está trabajando. Pero le llamaremos, de costumbre.

La mamá de Simon marcó en su teléfono el número del papá de Simon, Oliver en Simon estaba aterrado, a lo cual a los pocos segundos, el papá de Simon contestó.

—Hola mi vida, feliz nochebuena —dijo la mamá de Simon al otro lado del teléfono, sonriendo.

—Feliz día, pásame a Simon —dijo esto último seriamente.

—Dice que quiere hablar contigo —dijo la mamá de Simon volteando hacia él, con una expresión de leve sorpresa.

La mamá de Simon le pasó el teléfono a "su hijo".

—Hola, papá. Feliz nochebuena —dijo Oliver en Simon, nervioso por dentro y mirando un poco hacia abajo.

—¿Qué tal de calificaciones?

«Yo, mal, pero su hijo bien».

—A-ah, bien papá y ¿Tú que tal con... —pensó rápidamente—, el trabajo?

—Ouh, bien, en este despacho nos exigen mucho.

Oliver en Simon se quedó impresionado al saber que el papa de Simon trabajaba en lo mismo que su hijo estudiaba.

—Ent... —fue interrumpido.

—Simon, tienes que seguir siendo de los mejores promedios, sacar un posgrado, tener los mejores certificados, tener un excelente trabajo ¿Entendiste? ¿No te haz olvidado, verdad? —dijo seriamente.

«Sí», pensó Oliver en Simon. 

—No papá.

—Bien. No tires mi dinero a la basura.

Luego, de eso la llamada terminó. Oliver en Simon se quedó aturdido y triste, teniendo empatía con Simon, y la mamá de Simon y él empezaron a cenar.

—Y bien hijo, cuéntame... ¿Cómo te ha ido? ¿Ya tienes novia por ahí? —la mamá de Simon sonrió, cerrando los ojos.

—Ehm... Bien, hubo muchos cambios este año y sí... Una chica llamada Ema —sacó su celular y le enseñó una foto que él había guardado, la cual estaba en el fiestagram de ella.

—¡Ouh! Es bonita y tiene un look diferente, no me habías hablado de ella, ¿eh? ¿Y ya hiciste nuevos amigos? Ahora que lo recuerdo no me habías hablado ¿De una tal Isla Cheerian...? —se quedó pensativa.

—Isla Sheeran, ah, sí —se cruzó de brazos—. Me gusta más la forma de ser de esta chica. Y de amigos, sí, hize uno nuevo, se llama Oliver, es un chico cool y con gran personalidad —sonrió con una mirada seria.

—¿Oliver? No era el chico que era un patán, que era popular y ¿Qué actuaba creyéndose mejor que todos? Me alegra que hayan limado asperezas y hayan formado una amistad hijo —sonrió.

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