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Dentro.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó el castaño a su mejor amigo mientras esté se quitaba la camisa, dejando ver las vendas que aún cubrían su cuerpo.

Yoongi soltó un suspiro y comenzó a retirar el vendaje. Todas las heridas habían cicatrizado por completo, pero las horribles marcas aún permanecían en su espalda, lo que sacó una mueca a Jungkook al verlas.

— Mejor. ¿Tu hermano como esta? —.

— Desde la semana pasada esta en su habitación —.

— Entonces supongo que ya es hora de irnos — murmuró mientras volvía a colocarse la camisa bajo la atenta mirada del contrario.

— Mañana por la mañana —.

El día finalmente había llegado, tendrían que irse de allí y volver a la cruda realidad de caminar sin rumbo por el bosque y carreteras, con el único propósito de evitar a toda costa a los infectados.
No estaban seguros de cómo resultarían las cosas esta vez, pues no habían tenido buena racha realmente, y lo último bueno que les había pasado era reencontrarse pero no tenían de otra más que irse.

Jungkook se levantó de la silla donde se encontraba sentado — Vendré más tarde por ti. Nos vemos — sin esperar respuesta salió de la habitación.

Mientras caminaba se daba cuenta de las miradas de desconfianza que varias personas le daban, como si él o los otros hubieran hecho algo malo. Cosa que no era verdad, lo único que había pasado era dar fin con la vida del maldito de su ex cuñado que esperaba estuviera en los mismísimos infiernos.

Llegó a su habitación y se encontró con la mayoría del grupo, menos con Jieun y su hijo — ¿Joonsuk? — le preguntó a Jimin quién estaba ordenando unas mochilas junto a Choi.

— Está con Tae y Jiuen — respondió el pelinegro mientras estiraba una de sus manos para que el hombre mayor le pasara otra lata de lo que parecía ser duraznos — Joonnie quería verlo y le pedí a ella que lo acompañará —.

No dijo nada, simplemente asintió aún sabiendo que no podría verlo por la concentración que tenía en lo que estaba haciendo.

Barrió su mirada por toda la habitación, debatiendo en si realmente dejar el lugar o pelear por una oportunidad y quedarse. Pero luego recordó el problema con Jimin, el como ese hombre mató a aquella mujer fuera de la iglesia sin remordimiento alguno pero a la hora de ser ellos parecía querer condenarlos a cada perpetua a pesar de haber sido en defensa propia, y que había sido su hijo quien jalo el gatillo, no un adulto.

— ¿Todo en orden con Min? — preguntó Namjoon que ya había terminado con la otra mochila donde en su mayoría iban mantas y algunas medicinas que una joven le dio en secreto de los demás como amabilidad. Aunque la tarea se le dificultó un poco por la falta de una de sus extremidades.

— Sí, está noche lo llevaré a la habitación con Taehyung —.

— ¿Con Tae? — Jimin le miró confundido.

— Me pidieron que lo hiciera, ya saben para "No ser una amenaza" — dijo con fastidio haciendo una mueca.

Todos soltaron un suspiro.
Seguían sin entender cómo esque la gente allí los miraba como una amenza siendo que en ningún momento atentaron con la vida de las demás personas, ni siquiera amenazaron a la cabeza de aquel lugar a pesar que lo tenía bien merecido. Pero allí estaban, empacando las pocas cosas que les dieron, preparándose para quedar de nuevo a la intemperie de los demonios que rondaban el mundo.

𝙑𝙄𝙍𝙐𝙎⇢kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora