𝙑𝙄𝙍𝙐𝙎⇢kookmin

16

Ciudad.

Daegu, Corea del Sur

Jungkook y Jimin llegaron junto a los demás del grupo para poder escuchar la voz del ex-jefe de los militares.
Al principio no estaba tan confiado, tenía miedo de que fuera una clase de impostor que simplemente los guiará a su muerte.
Los dos militares salieron de la caravana para poder hablar, y por fin decidir que hacer.

— estas seguro de que sí es él? — preguntó en un susurro Jungkook a Yoongi, quien asintió ya algo cansado de la misma pregunta desde de media hora.

— ya te dije que sí, yo hable con él, me dijo que allá hay provisiones suficientes, sin mencionar que tiene electricidad, comida y duchas —.

Aquella palabra sonaba como la gloria para todo el grupo.
No se habían podido bañar desde que el desastre comenzó, y para ser sinceros, no muchos se habían acostumbrado ya a las nuevas órdenes del mundo en el que se encontraban.
Namjoon se acercó de nuevo a ambos militares con el woki-toki en mano, mostrándose lo a Jungkook.

— si quieres volvemos a comunicarnos con él para que estés más seguro —.

El castaño chasqueo la lengua y tomó con brusquedad el aparato, presionando en botón para poder hablar.

— Teniente Jeon, cambió — Se quedaron unos segundos esperando de alguna señal, pero sólo quedaba el silencio, el maldito silencio que vivían escuchando hace meses, que los vivía consumiendo poco a poco. Soltando un suspiro, volvió a presionar el botón — aquí teniente Jeon, cambió —.

— tal vez deberíamos- —.

— estamos en el fin del mundo Jeon, ya deja de ser tan formal — interrumpió la voz rasposa del hombre a través de la línea.

Jungkook y Yoongi sonrieron y volvieron a presionar el botón para poder comunicarse.

— desconfiaba, cualquiera podría hacerse pasar por usted y enviarnos a la base —.

— veo que ya saben como son las cosas ahora, bien. Les puedo ofrecer que vengan, me he quedado completamente sólo, el primer día los espere junto a más soldados, pero nadie vino, ni siquiera los de alto rango — empezó a relatar el hombre, siendo atentamente escuchado por los tres — poco a poco los demás soldados se fueron, diciendo que tenían que ir por sus familias, unos incluso me dijeron que buscarían a gente a quienes rescatar, como fue el plan inicial. Nuevamente, nadie volvió —.

— está sólo desde entonces señor Lee? — preguntó Namjoon, siendo mirado de mala manera por Jungkook que lo miraba solamente como un entrometido.

— así es. Perdona que no te había contado esto Kim, pero todavía no tenía la suficiente confianza para hacerlo — El capitán tras la línea se escuchaba cansado, como si hubiera perdido toda esperanza de que las cosas mejorarán — y tengo una condición para que vengan, si no, juro no abrirles las puertas —.

— a que mierda se refiere? — se apresuró a decir Yoongi tomando de forma brusca el Woki-toki — viendo la situación tiene el maldito descaro de poner condiciones! —.

Una broma, eso tendría que ser, una jodida broma.
Ninguno podía creer que aquel hombre a pesar de ver como se encontraba el mundo en estos momentos se atreviera a pedirles algo a cambio de darles refugio.
Ni siquiera se trataba de un desconocido, se trataba del jodido capitán con el cual rindieron servicio hace apenas unos meses. Pero al parecer aquel hombre se había olvidado por completo de ello.

— me tiene que estar jodiendo — murmuró Jungkook volteando se para golpear uno de los costados de la caravana. Recargo su cabeza en esta, rogando que realmente fuera una broma de muy mal gusto por parte de Lee. Pero a falta de alguna otra respuesta, o tan siquiera una risa, se dieron cuenta que no era así.