𝙑𝙄𝙍𝙐𝙎⇢kookmin

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Suerte

Ciudad de Daegu, Corea del Sur

Todos quedaron congelados en el lugar, al no escuchar alguna palabra más del menor.

— JOO- — trató de gritar Jimin, sin embargo yoongi lo tomó desde atrás y puso su mano en la boca del otro pelinegro, quien empezó a hacer fuerzas para librarse del agarre.

— si gritas llamaras la atención de los infectados — le susurró en el oído — esta bien, si no, hubiéramos escuchado un grito —.

Jimin miraba con enojo a Min, pero dejó de hacer fuerza, en muestra de que se había rendido, haciendo que el militar lo soltara y dejara.

Todos quedaron en completo silencio, Jimin y Jungkook estaban atentos al ducto, esperando con ansias que el rostro de su hijo se asomará por allí, pero nada pasó en aquellos segundos.

— mierda — maldijo Jungkook cuando escucharon a los infectados golpear una puerta con insistencia, como si quisieran pasar al otro lado, y definitivamente no era la puerta que los protegía a ellos.
De nuevo, un fuerte estruendo fue el que los alteró a todos, de algo callendo con mucha más fuerza.

— tengo que ir — dijo desesperado Jungkook empezando a recargar su arma — él está bien, está escondido, voy a ir por él — quizo correr a la puerta, pero Kangho se puso enfrente de él.

— si va esas cosas entrarán aquí o lo mataran, no podemos perderlo a usted —.

Tanto Jimin como Jungkook lo vieron incrédulos, esperando que aquellas palabras fueran algún tipo de broma de mal chiste en el peor de los momentos, pero la seriedad en su rostro decía lo contrario.

— se está escuchando maldito desgraciado?! — elevó la voz el militar mientras agarraba de la playera al hombre — mi hijo es el que está allí! Por su maldita culpa y- —.

— PAPÁ! — se escucho a través del ducto, junto a los quejidos de los infectados a lo lejos.

— No, no, no, no porfavor — comenzó a decir Jimin alejándose del ducto — m-mi bebé — inevitablemente las lágrimas se asomaron por sus ojos.

Jungkook aterrorizado apartó Song con fuerza, haciendo que este se golpeara con una de las paredes.
Yoongi y Choi fueron tras Jungkook, sin intenciones de detenerlo, sostuvieron con fuerza sus armas, decididos a ir con él.
Jieun sostenía de los hombros a Jimin junto a Namjoon, tratando de tranquilizarlo, sin embargo el pelinegro se alejo de ellos y fue con Jungkook.

— quedate a-aquí por favor — su voz tembló al decir eso, Jimin se dio cuenta que al igual que él, Jungkook tenía pequeñas lágrimas — yo voy a ir por él —.

Jimin estuvo a punto de replicar sin embargo pequeños ruidos se empezaron a escuchar en el ducto, indicando que alguien estaba dentro. Ambos padres corrieron rápidamente hacia el.
El sentimiento de alivio que sentieron en ese momento no tenía palabras para explicarse. Jimin soltó un fuerte sollozo, soltando todo el aire que seguramente había estado reteniendo durante aquellos segundos. Jungkook extendió sus brazos al ver el rostro de felicidad de su hijo. Con sus ojos llenos de lágrimas, lo bajó de allí, abrazándola con fuerza, besando su cabeza, el pelinegro no tardó en unirse al abrazo por igual, tomando de las mejillas a su hijo y asegurándose de que estuviera bien, que nada malo le haya pasado. Ambos padres empezaron a susurrar palabras de amor al menor, quien no comprendía porque estos se encontraban llorando, por lo que los abrazo mientras decía: — no lloren papis, esta todo bien — cosa que rompió aún más el corazón de Jungkook, ya que al final de cuentas, él mismo había mandado a su hijo a ese lugar. Si lago le hubiera pasado, estaba seguro que nunca se lo hubiera perdonado, sentimiento que Jimin compartía con él.
Los demás observaban en silencio, Jieun incluso había comenzado a llorar por lo conmovedor que era aquella escena. Los miembros del grupo no podían explicar lo felices que se encontraban de saber que el pequeño estaba bien, de no haber sido así, seguramente ninguno podría haber cargado con la culpa.