𝙑𝙄𝙍𝙐𝙎⇢kookmin

09

Antes del.

Ex prisión de Daegu,
Corea del Sur

A la mañana siguiendo, todos y cada uno de los que estaban en la platica se presentaron, incluso Yoongi quien fue el que más contradicciones puso.
Prepararon sus armas, incluso unos llevaban machetes que encontraron en el lugar.

Las personas ajenas a la conversación preguntaron la razón por la cual iban a salir, algunos con el miedo de que los abandonaran a su suerte, pero la respuesta que recibieron fue que iban a ir por provisiones.
Unos quisieron acompañarlos, pero ellos se negaron con la escusa de que no estaban preparados para salir, y que lo mejor sería que personas experimentadas con conocimiento en combate y uso de armas, fueran al lugar.

Jungkook estaba aún adentro arreglando su traje de militar, Jimin simplemente lo miraba en silencio no muy de acuerdo con la decisión del castaño.

— no me mires así — murmuró Jungkook sabiendo lo que pasaba por la mente del pelinegro — lo hago por Joonsuk, él está en crecimiento, y necesita alimentarse lo mejor que pueda —.

Jimin desvío su mirada a la pequeña ventana con rejas que había en la celda.
Sabía que su ex marido tenía razón, pero de igual manera la situación no le agradaba en lo más mínimo.

— lo sé — soltó por lo bajo, pero Jungkook logró escucharlo.

Cuando estuvo ya listo se acercó a la litera donde su hijo dormida en al cama superior. Extendió su mano tocando una de sus suaves mejillas, sonrió al ver la calma con la que dormirá su pequeño, como si afuera todo siguiera normal, como si el mundo fuera el mismo que fue.

— es mejor que me vaya — ajustando una última vez su cinturón, se acercó a Jimin para besar su mejilla.

— ten cuidado por favor — le rogó.

— lo tendré, y regresaré, no te preocupes —.

Dicho aquello, salió del lugar con dirección a la entrada de la prisión.
Allí se encontró con Yoongi, que tenía mala cara observando a los demás que se preparaban para salir.

— aún no estas convencido de salir, eh? — preguntó vacilando Jungkook.

— no, pero no hay de otra si queremos sobrevivir —.

— ustedes dos! — los llamo Yeonhee, acercándose a ellos — irán en su camioneta Jungkook, al frente, necesitamos que nos avisen si las cosas están bien o si tenemos que regresar — indicó con su seria expresión.

— y si esa cosa está hecha mierda? — hablo el de tez clara.

— regresaremos — miró hacia el cielo soltando un suspiro para después volver a verlos a ellos — e iremos a la ciudad mañana —.

Aquello dejó helado a Jungkook, quien había visto lo horrible que se había vuelto todo, un completo desastre.

— tiene idea de cómo están las cosas allá? — le preguntó Jungkook.

La castaña lo miró, a punto de decir algo, pero su mirada bajó, como si hubiera recordado algo.

— de allá es de donde vengo —.