Primera charla

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"Sigo recordando el primer sentimiento que sentí cuando hable por primera vez contigo".
—?

Cuando era niña, Celeste podría decir que no era una persona que se le hiciera fácil iniciar una conversación. No sabía porque, siempre que conocía a alguien nuevo, las conversaciones no iniciaban hasta que la otra persona daba pie a la charla.

Eso significó que sea una niña silenciosa y callada, más aún en la casa de su tía donde sus primos parecían más concentrados en salir a jugar con sus amigos del barrio. Para una niña de síes años eso era feo.

Por más que intentará iniciar una conversación, no podía. Siempre se preguntaba cómo sus primos podían hablar y hacer amigos tan fácilmente.

Celeste con suerte podía hablar con su tía y tío, pero solo si ellos le hablaban primero.

Eso siguió igual hasta sus 8 años, cuando Marcos cumplió 18 años y fue a tomar la custodia de su hermanita.
Ninguno de los dos se había visto por casi cinco años, pues habían sido llevados a diferentes lados; Marcos con sus abuelos y Celeste con sus tíos. Así que se volvió a plantar la situación del constante silencio de la niña.

A Marcos le preocupó ver que su hermanita no hablaba casi nada, ella hacía cualquier tipo de actividades. Pero en ningún momento intento entablar una conversación con él. Hasta llegó a pensar que la niña no sabía quien era él o que estaba enfada por dejarla.

Fue grande la sorpresa que se llevó cuando preguntó que sucedía a su hermanita una mañana durante el desayuno.
Ella lo miró con sus ojos verdes para luego decir una simple respuesta: "Nada, estoy bien y tu".

Marcos sorprendido respondió que bien, pero lo dejo a un lado cuando noto que su hermanita hablaba más ahora que él había empezado la conversación.

Desde ese entonces él era el encargado de iniciar las conversaciones, o al menos lo fue hasta que la niña cumplió 13 años.

Cuando Lily empezó a vivir en la casa de los Diaz, se repitió la misma situación que antes. A la mujer le preocupaba que la niña no le dijera nada.

Hasta llegó al punto de comentárselo a su esposo, quien solo se rió para después llamar a su hermanita y empezar una conversación donde poco a poco fue integrando a su esposa.

Lily estuvo más que sorprendida al notar que la niña tenía muchos temas de conversación y que realmente la pequeña disfrutaba de su compañía.

En la actualidad, la manía de solo hablar cuando le dirigen la palabra se fue o simplemente Celeste lo tuvo que dejar a un lado, pues dentro de una librería ella tendría que iniciar la conversación. Y después de tres meses trabajando, ese "problema" se fue...

Aunque ahora le costaba un poquito empezarlas. Más cuando no sabía como llamar la atención de alguna persona.

Y ahora mismo se veía veía dicha situación.

Ella no sabia donde se había metido su hermano. El maldito la dejó sola con Tobías y varias bolsas encima.

En pocas palabras, ni ella sabía como estaba haciendo todo, y eso que todavía le faltaba comprar algo de pan para su casa.

A todo esto se le sumaba que no sabía como llamar la atención del panadero que estaba muy con entrado en escribir algo. Y que Tobías estaba más inquieto de lo normal.

Ella realmente odio a su hermano en ese momento.

Un silencioso resoplido salió de ella. Se había decidido finalmente a que se retiraría del lugar y volvería cuando tenga menos bolsas o simplemente le mentiría a su hermano diciendo que no había más pan.

~Momentos~ Camilo Madrigal Y TuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora