"Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua con el alma y sin mirar atrás".
—Jaime Sabines.A la mañana siguiente, Celeste odio completamente todas las acciones que tomó cuando volvía a su casa.
La primera fue negar todo tipo de ropa seca que su hermano le ofreció durante el camino a casa.
Lo segundo, fue llegar a su casa y no cambiarse rápidamente la ropa mojada, se quedó con ella puesta mientras se sentaba frente su tocador haciendo literalmente nada. Fue como si su cerebro solo se concentrará en recordar cada momento.
Lo tercero fue cambiarse una vez que su cuerpo comenzó a temblar (poniéndose su pijama) y yéndose a su cama con el pelo mojado.
Sin contar que se olvidó de cerrar su ventana. Por lo tanto una corriente de aire siempre rondó por su cuarto.
Esas acciones tuvieron la terrible consecuencia de dejar a la joven totalmente resfriada. Algo que no experimento en mucho tiempo, pues la última vez que estuvo enferma, Lily seguía viva y ella fue quien la cuidó.
Supo esa mañana que algo andaba mal, cuando sus ojos se sentían más pesados de lo normal, haciéndole casi imposible abrirlos por completo. Acompañado a esto, la horrible sensación de estar caliente pero sentir frío, haciendo que todas las mantas que la cubrían sean una maldición y bendición al mismo tiempo.
No sabía que hora era, pero se podía ver como el sol salía lentamente, dejando que unos rayos de luz entren por la ventana.
Una mueca apareció en el rostro de la chica, pues parecía que cualquier cosa demasiado brillante le provocaba un terrible dolor de cabeza; y su expresión solo empeoró cuando trato de cubrir su rostro con sus mantas y fue golpeada por un fuerte dolor en sus articulaciones.
Parecía que todos los resfriados que no tuvo en mucho tiempo, se concentraron en uno solo que la dejaba totalmente inmóvil.
Un suspiro tembloroso salía de ella al sentir el dolor de todo su cuerpo mientras se acurrucaba como bolita en un intento de dejar de temblar o sentir mucho calor.
Era sorprendente como un día tan bello como el de ayer pueda desenfocar en un resfriado terrible como el de ahora.
Pero de ninguna manera se arrepentía de haber bailado bajo la lluvia con Camilo.
Una sonrisa apareció en su rostro levemente pálido mientras pequeños recuerdos de la anterior noche llegaban a ella.
Desde sentir las manos del chico, las gotas de agua que caían por todos lados, la risa alegre del Madrigal, los hermosos ojos verde oscuro que parecía iluminarse, hasta la cálida sensación de los labios del chico contra su mejilla.
¿Así se había sentido él cuando ella lo beso?
Realmente lo esperaba, pues era una sensación magnífica. Hasta se preguntaba que sentiría si lo besara en sus labios.
Una sonrisa se posó en su rostro, mientras cerraba sus ojos cansados. Aunque por experiencia ella sabía que no podría volverse a dormir, pues a esta hora ya estaba levantada, pero solo tenía fuerzas para hacer muy pocas cosas.
(...)
Debido al silencio de la habitación podía lograr agudizar su oído y escuchar algunos pasos o sonidos de la planta baja de su casa. Aunque no distinguió ningún tipo de voz.
Debió ser que su audición no fue tan aguda como pensaba, pues tres fuertes golpes se escucharon en su puerta.
Un leve quejido salió de ella. El maldito ruido hizo que toda su cabeza retumbara, provocando una nueva ola de dolor que hizo que lleve sus manos hasta su cabeza en un intento de aminorar el sufrimiento.
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~Momentos~ Camilo Madrigal Y Tu
FanfictionUna historia en donde Celeste, su hermano y sobrino deciden iniciar una nueva vida, o mejor dicho su hermano decide crear una nueva vida, (Celeste no dejaría ir solo). Un nuevo comienzo que se ve marcado desde la perdida de seres queridos, adaptars...