~Momentos~ Camilo Madrigal Y Tu

Primeros sentimientos

"Me enamoro varias veces al día, en todas, de ti...".
—?

Gracias a la gran cantidad de historias que leyó Celeste a lo largo de su vida, tranquilamente podría decir que hay varios tipos de amor o amores, y en su mayoría, ella sintió los efectos de cada uno.

Amor entre amigos, este lo vivió con todos sus amigos de su barrio. Los amaba tanto que fue horrible dejarlos atrás cuando se mudo con su hermano a Colombia, prometiendo que todos los momentos que vivió con ellos nunca se olvidarian.

El amor entre familia, este lo vive constantemente, es el sentimiento cálido que siente al ser abrazada por su hermano, al pasar tiempo con él. Cuando, hace vatios años, tenían unas charlas nocturnas que podrían durar hasta el amanecer. Fue un sentimiento que aparecía cuando estaba con alguien que la hacía sentir como si un fuerte lazo los uniera a ambos.

El amor maternal, por desgracia ese es el único tipo de amor que supo que recibió pero no se acuerda. Sabía que su madre y padre la amaban, pero ella no tiene ninguno de esos recuerdos que solo quedan atrapados en antiguas imágenes  donde se ve a una niña de dos años siendo abrazada por sus padres.
Pero eso no significa que ella no lo sienta ahora. Lo sentía en cada momento que pasaba con Tobías.
Es una mezcla de orgullo, amor y adoración, cuando su pequeño sobrino hablaba, caminaba o hasta hacía cualquier cosa. Ella amaba a su sobrino como si fuera su hijo propio.

Y después estaba El amor entre parejas, el amor que pueden sentir dos personas mutuamente pero es solo para ellos; algo íntimo que puede ser tan bello como destructivo al mismo tiempo, al abrirte tan sentimentalmente a alguien.

Fue una lastima que ese último fue el amor que nunca sintió. Puede ser que de joven pensó haber sentido dicho amor con algún amigo, pero siempre lo descartaba.

Ella nunca estuvo enamorada de alguien.

Pero de todas maneras, siempre esta el dicho "nunca digas nunca".

(...)

El clima en Encanto era precioso. Al parecer Pepa estaba de buen humor, pues no se veía ninguna nube en el cielo.

El día en pocas palabras se podía decir que era perfecto, pero no sólo por el clima, sino también porque ahora Celeste tenía más tiempo para estar en el pueblo que trabajando en la librería.

Su hermano había contratado a una niñera para que cuide de Tobi, permitiendo que él también esté en la librería, dejando que su hermana se pueda escapar por la tarde para disfrutar del pueblo.

Fue realmente relajante poder sentarse en un banco que estaba de bajo un árbol, y disfrutar de la brisa que fluía alrededor suyo.

Un libro de tapa amarilla la acompañaba, hace mucho tiempo que no podía leer un libro tranquila, algo irónico al trabajar en una librería. Pero para su sorpresa, no se molesto en abrirlo rápidamente y leer cada una de sus páginas.

Se concentro en observar al pueblo. Ver como los niños corrían alegremente cerca de la fuente, como algunas parejas bailaban o simplemente hablaban, hizo que una sonrisa aparezca en el rostro de la chica.

Realmente adoraba este pueblo. Era raro, no podía negar eso, pero ella lo adoraba.

Estaba a punto de tomar su libro e iniciar su lectura después de saludar a unos adultos que la reconocieron y preguntaron si la librería estaba abierta.

Sin embargo, antes de que sus dedos puedan alcanzar la tapa amarilla, su visión se volvió completamente negra.

Una voz burlona llegó a sus oídos.— Apuesto tres arepas a que no sabes quien soy.