"Como explicar que muero un poquito cada día por las ganas de verte".
—?La librería estaba con más bullicio de lo normal. Algo que inquietaba a los hermanos quienes acostumbrados al silencio del lugar les resultaba muy raro escuchar los balbuceos de unos niños por todo el lugar.
Pero no se quejarían, ya que esos niños eran los hijos de Dolores y Mariano.
Los pequeños tenían un año, y empezaban a caminar torpemente por su corralito que Mariano transportaba para todos lados.
Y ahora la pregunta principal era ¿Por qué estaban los bebés en la librería?
Eso era simple. Este era el único lugar (aparte de la habitación de Dolores), donde no había tanto ruido para no aturdir a la nueva madre y no desesperar a los bebés con los fuertes sonidos.
En la librería no sólo estaban Dolores y Mariano, también estaba Camilo quien pasaba tiempo con su novia mientras al mismo tiempo ayudaban a su hermana para que tome un descanso. Al fin y al cabo era un experto con los bebés.
.
Camilo se recostó contra uno de los estantes, observando como su novia tranquilamente empezaba a guardar algunos libros que se dejaron desacomodados. Aunque también compartía algunas palabras de ánimo a Dolores, pues era difícil cuidar a unos niños de un año.
Él al ver a su hermana sufriendo tanto por los dos bebés, se preguntaba cómo su abuela pudo criar tres bebés.
Sus pensamientos volvieron otra vez a su novia. Seguía acomodando los libros, pero cada tanto se detenía para leer algunas sinopsis de estos, frunciendo levemente su nariz ante la concentración.
Una acción que después de vatios años de noviazgo Camilo noto que sucedía a menudo cuando ella estaba concentrada y dejaba de prestarle atención a su mundo. Logrando que ella ni siquiera lo note si intentará caminar hasta ella y la abrace por detrás.
Esa no fue la única cosa que él noto de ella: cuando estaba nerviosa jugaba con los hilos sueltos de su falda y golpeaba su pie silenciosamente. Su rostro se vuelve pálido cuando no puede entender alguna cosa o se estresa. Arruga la nariz cuando algo no le gusta. Cada vez que él la besa en la mejilla o en cualquier zona de su rostro suele inconscientemente encogerse de hombros mientras una pequeña sonrisa tímida aparecía en su rostro.
Una sonrisa amorosa se asomo por el rostro rostro chico. Realmente se preguntaba cómo podía pasar antes su tiempo sin la presencia de la joven. Es más, él a estas alturas quería pasar el resto de su vida con ella.
Casarse con ella.
Un pensamiento que estuvo desde hace mucho tiempo rondando por la cabeza del cambiaformas.
No sabía cuándo empezó a aparecer con mayor frecuencia. Pero solo se reforzaba con cada pequeña acción que hacía con su novia, desde descansar en el río, cuidar a los gemelos, estar en la librería o en su cuarto donde ella leía y el se acostaba junto a ella.
Hasta podía recordar el día que casi le pide que se case con él, después de que para su cumpleaños ella le regalara un camaleón amarillo tejido a mano.
Fueron muchas cosas que casi lo obligaban a que se arrodille y me pida que pasen el resto de sus vidas juntos.
Pero había varias cosas que se lo impedían.
Lo primero tendría que hablarlo con su familia para poder hacer una cena muy parecida a la que tuvieron Isabela y Dolores con Mariano. Aunque sabía que su familia estaría más que feliz con eso.
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~Momentos~ Camilo Madrigal Y Tu
FanfictionUna historia en donde Celeste, su hermano y sobrino deciden iniciar una nueva vida, o mejor dicho su hermano decide crear una nueva vida, (Celeste no dejaría ir solo). Un nuevo comienzo que se ve marcado desde la perdida de seres queridos, adaptars...