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Dos días habían pasado desde aquel insólito suceso en el baño.

Todos los implicados habían continuado de manera ordinaria sus vidas, bueno, la mayoría. Por razones obvias ni-ki se vio obligado a permanecer en casa, por lo menos, una semana entera.

Sunghoon deambulaba por los pasillos en dirección a la cancha de Rugby. Para su mala fortuna ese día tenía entrenamiento.

De su brazo izquierdo colgaba su bolsa negra; misma que le servía para guardar su uniforme y demás cosas que le serían útiles. Un gran y pesado suspiro escapó de sus belfos.

¿Por que se seguía lamentando?

Desgraciadamente ya no sabía diferenciar el día de la noche y la luna del sol. 
Desde aquel incidente las cosas habían cambiado, la mayoría del tiempo estaba de mal humor y su cabeza palpitaba fuertemente con cada segundo que pasaba, además, sus almendrados ojos cargaban unas terribles ojeras; mismas que fueron provocadas por su pésima calidad de sueño en esos días, asimismo, sus hombros pesaban en demasía y él no sabía el porqué.

A pasos lentos y arrastrados logró llegar al campo.

El entrenador le saludó de manera efusiva al verlo llegar, y si no fuera por la situación, le hubiera devuelto el saludo de la misma forma, pero, sólo fue capaz de sonreír, para luego entrar a los vestidores.

Sus compañeros de equipo jugaban y bromeaban animadamente entre ellos, sin embargo, su llegada no fue para nada desatendida.

—Miren quién llegó…¡Nuestro capitán!—exclamó junkyu.

—Hey...—articuló débilmente sunghoon mientras procedía a sacar el uniforme de su maleta.

Todos quedaron estáticos. El comportamiento del peli-negro no era para nada habitual y mucho menos normal.

—¿Todo bien?—interrogó uno de sus miembros a lo que él asintió.

—De maravilla—replicó una vez ya tenía el uniforme puesto.—Hora de salir—ordenó.

El entrenador Park los esperaba a mitad de la cancha; su oscuro silbato colgando de su cuello. Corrió hacia su dirección siendo seguido inmediatamente por sus compañeros de equipo.

—¡Atención!—gritó el entrenador mientras silbaba.—Como sabrán, muy pronto tendremos torneos—informó.—Y por esta razón debemos estar preparados.

—¿Y cuándo serán?—preguntó doyoung.

—Buena pregunta joven Kim—replicó comenzando a caminar frente a ellos y en línea recta.—Serán en un mes.

Algunos suspiros de alivio se escucharon por toda la cancha.

—El día de hoy nos enfocaremos en la modalidad Seven—señaló el señor Park.—Del lado de sunghoon estarán doyoung,  soobin, jeno, Jihoon y jaemin, los demás vayan con junkyu—prosiguió.—¡A sus posiciones, ya!—mandó.

Todos los jugadores acataron la indicación colocándose en sus respectivos puestos. 

El silbatazo del entrenador resonó por todo el campo y un drop* de parte del equipo contrario dió inicio al juego.

El peli-negro se movía a la par de doyoung en espera de un pase para poder anotar los primeros puntos del partido y no fue hasta que el Delgado cuerpo de doyoung cayó al suelo que el balón pasó a ser suyo en cuestión de segundos. Sunghoon aceleró su carrera evitando a todos sus contrincantes logrando un perfecto In-goal* y los primeros cinco puntos del enfrentamiento.

Sus miembros rápidamente le rodearon y abrazaron intensamente, logrando sacarle una pequeña y floja sonrisa.

sunghoon se separó de ellos y volvió a su posición inicial aguardando por el inicio de la siguiente jugada y cuando la pelota fue lanzada por los aires el peli-negro comenzó una nueva carrera.

🍒 1OO Ways ˢᵘⁿᵍʷᵒⁿDonde viven las historias. Descúbrelo ahora