🍒 1OO Ways ˢᵘⁿᵍʷᵒⁿ

❄O5 Primer encuentro

Sunghoon  ya estaba al borde del colapso cuando el timbre del descanso hizo su esperada aparición por los solitarios pasillos de la escuela. Su cabeza cayó en un movimiento brusco sobre su pupitre a la par qué sus manos jalaban unos cuantos mechones de su oscuro cabello, sin lugar a dudas la clase del señor Park ya lo tenía harto y aún más sus estúpidas fórmulas.

—¿Todo bien?—inquirió Jake  con sarcasmo.

—De maravilla—respondió en el mismo tono aún con la cabeza metida entre sus libros. Un suspiro se le escapó de los labios.

Pasados unos minutos comenzó a golpear su cabeza contra los libros de texto qué descansaban sobre su pupitre. En efecto, ese era el peor día de toda su existencia.

—¿Todo bien Park?—le cuestionó por segunda vez Jake .

Con pesadez alzó su rostro y miró a su amigo.—Sí, es sólo qué…—comenzó a hablar pero se detuvo al instante.—Nada, cosas mías—decretó mientras tomaba su mochila en busca de su billetera. Jake  sólo le observó en silencio.

Bufó bastante enojado. Se sentía extrañamente ansioso y su lobo no dejaba de moverse inquieto.

—Vamos...—exclamó en el momento que localizó su billetera.

Para ese entonces el salón ya estaba casi vacío y no les tomó mucho poder salir de ahí asimismo los pasillos estaban de la misma forma siendo pocas las personas que transitaban por ellos. Para fortuna de Sunghoon , el ambiente estaba tranquilo.

Sin embargo su lobo aún se removía inquieto en su cabeza, podía sentirlo aullar y gruñir en desesperación. Un sútil bramido escapó de su pecho.

¿Qué te sucede? ¿Ya te volviste demente acaso?

Con un potente gruñido su bestia le respondió. El único demente acá eres tú además de tonto por no darte cuenta de nada.

¿Hay algo que no sepa?

Sí. Y mucho.

¿A qué te refieres?

Y como por arte de magia su bestia volvió a callar, dejándolo con la palabra en la boca y una gran confusión.

Todo el camino a la cafetería Sunghoon se la pasó gruñendo y bramando, su bestia era la peor de todas. Su cabeza dolía a montones y su humor era el peor. En conclusión, ese sí era el peor día de su vida.

—¿Seguro que estás bien?—insistió Jake .

—Sí, es sólo un malestar—murmuró de forma arisca*.

—Como quieras...—replicó Jake  restándole importancia.

Sunghoon alzó la mirada recorriendo todo el lugar, sus orbes se movían de un lado a otro de manera atenta. Su lobo le estaba ocultando algo y él no se quedaría de brazos cruzados.

—¡Hey!—una peculiar voz lo sacó de su ensoñación y no tardó mucho en sentir un brazo colarse por sus hombros.

—Hey...—le devolvió el saludo Jake . Sunghoon sólo apartó bruscamente el brazo de su amigo mientras se encaminaba a la fila.

—¿Qué le sucede?—cuestionó Jay  bastante extrañado.

—Ni idea, desde la mañana está así—respondió Jake  colocándose detrás del peli-negro.

La fila era larga, razón por la cual  tardaron unos diez minutos en obtener su comida. Jake había comprado un empanedado acompañado de un jugo de naranja, por su parte, Jay  se decidió por unas galletas y una chocolatada y en contraste de ambos Sunghoon sólo había pedido una botella de agua.