Día 24: Púas en la lengua | "MuraKaga."

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Amaban cocinar juntos, sin embargo no siempre lo hacían y era porque Kagami aprendió con la experiencia.

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Esa no muy lejana primera vez, fue porque Murasakibara tenía que entregar una basta mesa de dulces para una boda, su omega sin siquiera esperar que le pidiera ayuda, se ofreció.

Todo fue un desastre desde ahí y es que, aunque ambos aprendieron los artes culinarios solos, también ambos eran muy testarudos con sus conocimientos y maneras de hacer ciertas cosas.

—Todavía le falta al glaseado Kaga-chin. — murmuro el enorme alfa mientras le observaba del otro lado de la cocina jugando con colorante.

—Si, si yo sé lo que hago. — murmuro aunque seguía batiendo de hecho la mezcla en cuestión. —Esta cosa no se caerá del bol, ya verás.

—Aún le falta. — volvió a murmurar mientras seguía en su parte pero a la vez, también estaba pendiente de su novio. —No vayas a hacer nada sin preguntarme Kaga-chin.

El pelirrojo gruño de nuevo, ¿acaso su pareja lo creía tan tonto? ¡Seguía batiendo! ¿No lo veía?

—Ese color no es el que pidió la novia. — opto mejor por desviar el tema de conversación pero ahora el gruñido vino del pelilavanda.

—Lo estoy viendo, no he dejado de mezclar. — Kagami miro para su frustración cómo el alfa ponía los ojos en blanco. —Yo sé lo que hago.

Y eso fue todo. Merengue aquí, color allá comenzaron a pelear más nunca se agredieron ya que la única vez que Murasakibara le tomó del cuello fue para estamparle un beso.

Un beso que desató aún más caos, el pedido corrió peligro de perderse pero con ayuda de un buen mediador, llámese Himuro Tatsuya, salieron avantes.

Si, ninguno podía estar en una cocina a lado del otro y más si el omega queda bañado en dulce y el alfa opta a quitárselo todo a lamidas.

Kagami aprendió de la experiencia, no pensaba arriesgar de nuevo sus partes a esa receta que inicio deliciosa pero también fue muy incómoda al día siguiente.

"Omegacember: KNB version."Donde viven las historias. Descúbrelo ahora