Existe un bar en donde los requisitos de admisión son bastante estrictos y la identidad y privacidad de los clientes es lo primordial. Por ello es necesario el llevar antifaces durante toda su estadía, cambiar un poco algunos rasgos del rostro y cre...
Jo jo jo jooo. Todo está bien. ¿Porque? Porque yo estoy aq... perdón, perdón...
Jo jo jo jo. Feliz navidad!!!
Mis amados y sexys lectores. Les mando un enorme abrazo a cada un de ustedes. Espero que hayan pasado una linda noche buen y estén pasando hoy una feliz navidad.
Había pensado hacer una publicación aparte de éste capítulo para anunciar sobre la entrega del calendario pero mejor lo hago aquí mismo. Acabo de hacer los envíos del calendario 2022 a todos los correos que me fueron enviados. Éste detalle es un pedacito de mi corazón que me gusta entregarles año con año para agradecer su apoyo y cariño. Para demostrar lo importantes que son para mí. Un detalle sencillo pero realmente lleno de amor. Espero que les haya gustado este pequeño obsequio.
Para quien aún guste tenerlo, seguiré enviado el correo por el resto del día. Solo mándenme su correo electrónico por mensaje privado y se los enviaré con mucho gusto.
Hasta ahorita no he tenido ningún problema con ningún correo, pero en caso de que me llegue a rebotar alguno, se lo haré saber al dueño de dicho correo.
Sin más que agregar, disfruten el capítulo.
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Ame no sabía que hacer con el remolino de emociones en su pecho mientras se dirigían al cementerio.
Estando en el auto, no podía dejar de ver los tensos hombros de su papá Izuku y sentir un poco de culpa. Después de todo, cuando él y su papá Shouto le habían dicho esa mañana al peliverde que visitarían la tumba del tío Touya, él había expresado que no creía que fuese buena idea. Sin embargo Ame insistió en que quería visitarlo y hablar frente a la tumba.
Así que ahí estaban. Al final aún no muy convencido, Izuku aceptó.
Cuando llegaron al cementerio y estacionaron, el corazón de Ame comenzó a golpear fuertemente su pecho. No podía dejar de ver las enormes y oscuras puertas del lugar. Absorto de una forma poco agradable. Menos que poco agradable, era una sensación horrible. Miedo.
- ¿Ame? - Escuchó que lo llamaron y cono si hubiera despertado de un sueño miró desorientado hacia donde había sonado la voz. Era el bicolor que lo mirada con ligera preocupación. - ¿Estás bien, hijo?.
Ame no se había dado cuenta de que sus padres ya habían bajado del auto.
- Cariño, estás pálido. - Llamó del otro lado su papá Izuku. Su preocupación más obvia que la de su padre varón. - ¿Seguro que quieres hacer esto?.
La pregunta lo hizo volver al presente. Correcto, él estaba aquí para visitar a su tío. Su tío que había muerto de leucemia.
- Si. - Dijo un poco sin aliento y le dedicó una mirada decisiva pero al mismo tiempo tranquilizadora al peliverde. Se lo debía. - Puedo hacerlo.
Dicho aquello, el bicolor le extendió la mano para ayudarlo a bajar. Ame acepto su ayuda y al bajar sintió un apretón en la mano por parte de su padre varón. Ame suspiró para poder relajarse. Todo estaba bien, sus padres estaban ahí, no estaba solo.
