Existe un bar en donde los requisitos de admisión son bastante estrictos y la identidad y privacidad de los clientes es lo primordial. Por ello es necesario el llevar antifaces durante toda su estadía, cambiar un poco algunos rasgos del rostro y cre...
Hola mis bellas criaturas de la creación. ¿Cómo se encuentran?.
Encontré hace unos días este meme que creanme cuando les digo que todos o la mayoría podemos admitir que es una verdad universal.
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No podemos negarlo. Ésta es la imagen que mayormente interpretamos para nuestro amado brócoli. Pero aún así lo amamos.
Bueno quiero comentarles que después de este capítulo tengo un anuncio importante. Algunos que ya han compartido conmigo años anteriores pueden darse alguna idea de lo que es. Pero los que apenas éste año comenzaron a leer mis libros probablemente no lo sepan. Así que pido que lo lean ya que es un regalito de mi parte para ustedes.
Y hasta aquí mi reporte Joaquín. Ahora sí, disfruten el capítulo.
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- Papá Shouto. ¿De qué murió el tío Touya?.
Cuando Ame le hizo aquella pregunta su mente quedó completamente en blanco, comenzó a surgir un horrible temor en su pecho y sintió que se le iba el aliento. Inconcientemente miró al peliverde quien también le devolvió la mirada.
¿Cómo podría responder aquello?
No sabía que hacer, ni siquiera sentía que podía moverse. Entonces sintió una presión sobre su mano. Era la mano de Midoriya que le daba un apretón alentador. La mirada del peliverde expresaba preocupación pero también comprensión y apoyo. El varón miró como el doncel giraba la mirada hacía el pequeño y le regalaba una pequeña sonrisa comprensiva.
- Es un tema delicado para tu papá, Ame. Él extraña mucho a su hermano. Por ahora no podrá responder a tu pregunta, pero cuando se sienta listo, te contará. - Dijo Midoriya con una voz tranquila y razonable mientras no soltaba su mano. Aquel gesto hizo que el miedo se fuera poco a poco. - Todo está bien. - Está vez le escuchó que le decía a él.
- Gracias. - Respondió con un susurro.
- Lo siento mucho papá Shouto. Yo... no quería ponerte triste. - Dijo Ame bajando la mirada.
Sintiéndose mejor, separó su mano de la de Midoriya y con un poco de esfuerzo acarició el cabello del menor.
- Descuida hijo. No tienes que disculparte. - Expresó con la voz más tranquila que pudo lograr a través del nudo en su garganta. - Prometo hablarte de Touya algún día.
