Existe un bar en donde los requisitos de admisión son bastante estrictos y la identidad y privacidad de los clientes es lo primordial. Por ello es necesario el llevar antifaces durante toda su estadía, cambiar un poco algunos rasgos del rostro y cre...
Pues bueno, iniciamos con este nuevo maratón. Les pido disculpas por la tardanza. Verán, he vuelto a la escuela y al trabajar todo el día, necesito acostumbrarme de nuevo a despertar temprano, los primeros días me estuve durmiendo en el transporte público y no podía escribir.
En fin, hice mi mejor esfuerzo y pues aquí me tienen.
Sin más que agregar, disfruten.
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Eran las dos de la mañana y se moría de sueño. Su cuerpo pedía a gritos descanso después del sexo pero debía conducir de nuevo a casa y volver a su habitual apariencia antes de dormir.
Podría sólo llegar, derrumbarse en su cómoda cama y encargarse de su apariencia al despertar pero sabía que no debía. A veces sus padres le llevaban a Ame antes de que el pudiera despertar. No podía permitir que su pequeño hijo le viera en esa forma.
Se esforzó a estar consciente y totalmente despierto mientras conducía. Al llegar a su edificio, con pasos ya más lentos y claramente cansados, subió hasta su respectivo departamento. Se dirigió a su habitación una vez entró y encendió las luces. Guardó su portafolio en el armario y aprovechó para tomar sus ropas y toallas y se fue al baño para por fin volver a ser él mismo.
El agua caliente le estaba sintiendo de maravilla. Sentía que volvía a la vida.
Mientras hacía que el agua se llevará su cansancio junto al tinte temporal, Midoriya Izuku recordó su encuentro de esa noche. Ese hombre, Toshi, es muy bueno en la cama.
Midoriya descubrió que a pesar de no frecuentar el bar Midnight, disfrutaba bastante del sexo. Una parte de él aún le avergonzaba admitir lo bien que se sentía estar debajo algún caliente varón y dejarse poseer, de disfrutar de los besos y caricias que estos le daban en diferentes partes del cuerpo y amar la exquisita sensación ser penetrado.
Sin embargo, a pesar de eso había algo que nunca hacía.
No miraba a sus amantes ocasiones al momento de ser embestido.
Podía compartir miradas con ellos durante el juego previo lleno de besos a ambos cuerpos, pero al momento de que era preparado por su compañero de cama él prefería darse la vuelta y no mirarlos. Les decía que él disfrutaba más en aquellas posiciones donde sus rostro no estaban frente a frente, no era del todo mentira, realmente lo disfrutaba. Pero por alguna razón que ni siquiera él sabía no podía darles la cara.
Sacándose de sus pensamientos finalizó su ducha y sin perder más su valioso tiempo de sueño secó su cuerpo con las toallas y se vistió la pijama.
Secó lo mejor que pudo su cabello y finalmente pudo darle a su cuerpo lo que más deseaba, descanso.
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