~ 11 ~

3.3K 406 136
                                    

Se encontraban en la misma habitación de la vez anterior.

Ambos sentados en los mismos sofás, bebiendo un poco de cerveza.

- Me alegra verte de nuevo Deku. ¿Has estado bien? - Dijo el pelirrojo.

- A mi también me alegra verte. Mi trabajo ha sido un poco cansado pero no puedo quejarme. Me gusta lo que hago. - Respondió el azabache y bebió de su cerveza. - ¿Tu trabajo ha estado bien?.

- Está lo normal. Tampoco puedo quejarme. - Dijo sereno Sou mirando como su acompañante hacia un leve movimiento de hombros y cuello. - ¿Te sientes adolorido?.

- Me duelen un poco los hombros. Creo que no dormí bien. - Explicó el doncel con una pequeña sonrisa apenada.

El pelirrojo se le quedó observando por algunos segundos y bebió un trago. Se levantó del sofá y rodeó el del azabache quedando detrás de él. - ¿Me permites?.

- N-no te preocupes. No tienes que hacerlo. - Dijo nervioso el contrario.

- No me molesta. Además, te ayudará. - Dijo Sou con una sonrisa de lado colocando una mano sobre el hombro de Deku. - Confía en mí.

- Ehhh. E-está bien. Muchas gracias. - Aceptó el azabache aún nervioso y se sentó en una posición adecuada.

El pelirrojo colocó sus manos en las zonas adoloridas y comenzó un movimiento lento y determinado. Sus dedos se movían de forma estratégica para ayudar a aliviar poco a poco el dolor desde el inicio del cuello hasta los hombros del azabache.

- Se siente perfecto. - Fue el pensamiento de Deku mientras se dejaba hacer por el maravilloso masaje de su acompañante.

Las manos expertas del varón continuaron su labor por varios minutos haciendo al azabache relajarse cada vez más.

Mientras tanto, en la mente de Sou, éste se encontraba debatiéndose el mismo cuestionamiento que había tenido desde la primera vez que compartió con el doncel.

Esta persona era amable y comprensivo. También entendía su situación. Esta persona, Deku, era confiable.

Tal vez, podría intentarlo.

Soltó un largo suspiro al mismo tiempo que detuvo sus movimientos. Esto llamó la atención del contrario.

- ¿Sucede algo Sou? - Cuestionó confundido.

- Lo he estado pensando. Sobre lo que hablamos la otra noche. Sobre el que mis sentimientos hacia la persona que quiero no deberían cambiar en este lugar. - Comenzó a decir. - Quiero a esa persona, demasiado. Y nada me ha hecho dejar de quererlo.

El azabache lo miró a los ojos por unos segundos. Después desvió la mirada.

- Sabes. Pasar el celo es algo difícil cuando no se tiene pareja. - Dijo Deku, indeciso si decir lo que pasaba por su mente. Respiró hondo y soltó un suspiro. - Tengo un hijo de ocho años. Es una historia larga y realmente no quisiera contarla pero yo soy padre soltero. - Hizo la aclaración. - Desde que mi hijo nació me he dedicado enteramente a él. Querer tener una pareja paso a un plano poco importante para mí. El celo fue difícil de pasar al principio pero me esforcé en sobrellevarlo todos estos años.

Hubo un momento en el que el azabache ya se encontraba dándole la espalda al pelirrojo mientras esté último lo veía y escuchaba atentamente.

- Pero hace poco más de un año mi salud se vio un tanto afectada de forma emocional y física. Una psicóloga, una ginecóloga y un médico general me atendieron y en resumen, me dijeron que era un efecto por contener mi celo. Me recomendaron iniciar mi vida sexual y pues bueno. Fue difícil aceptarlo pero aquí estoy. - Finalizó para volver a ver a su acompañante. - Todos aquí tenemos una razón para estar en Midnight. Y todas son importantes a su manera. No sé lo que te trajo a este lugar Sou, pero puedes intentarlo. Si no te sientes cómodo con esto después, solo puedes dejarlo. Es lo único que puedo aconsejarte.

Como Pasaron las Cosas - TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora