29. Sabores limitados.

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Ignorantes de las varias formas de actuar del destino, Hwa y Yeosang se embarcaron en un lindo crucero afrodisíaco de anhelos y sueños que flameaba la bandera de una nueva relación de amor

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Ignorantes de las varias formas de actuar del destino, Hwa y Yeosang se embarcaron en un lindo crucero afrodisíaco de anhelos y sueños que flameaba la bandera de una nueva relación de amor. Una sana y próspera relación que surgió desde las cenizas de un intento fallido de vinculación por parte de una entidad suprema. Ambos miraban al mismo horizonte celeste por la derecha y levemente nublado por la izquierda. Pero todo iba tan tranquilo como el movimiento de esas nubes hacia el oeste. El viento las guiaba y era tan leves que a penas el cabello se Hwa se despeinaba. El sol iba cayendo por detrás de sus espaldas mientras se abrigaban en un abrazo silencioso y acogedor, el día estaba llegando naturalmente a su fin, los últimos tintes del sol se entremezclaban con la irregularidad del cielo y en la lejanía llegaba la noche.

—¿Vendrás a mi casa o dormirás en tu departamento?—preguntó Seonghwa mientras jugaba con los dedos de las manos de Yeosang, estos estaban tibios y agradables.

—Creo que debería ir a casa o Wooyoung va a poner en venta mi cuarto—rió.

—No sería tan malo, después de todo es por lo que han estado peleando varios meses...

—No tengo dónde ir y no estoy seguro de querer...

—Mudate conmigo—se apresuró a proponer sobre las palabras de su novio.

—...buscar departamento—finalizó un poco entrecortado y miró a Hwa con cierto asombro.

—Mi casa es muy grande, estoy tan solo—justificó la proposición—Además, pasas mas tiempo en mi casa y...

—Quizás debería pensarlo.

—Bueno—se encogió un poco y escondió su rostro en el cuello ajeno—Piensa tranquilo, pero quiero que sepas que me gustaría tenerte rondando en ropa interior por mi habitación.

—A mi también me gustaría eso—rió y lo abrazó con mas fuerza—Pero creo que no puedo tomarlo tan a la ligera, ¿te pagaría por la estadía?

—Claro que si, una cosa es que seamos novios y otra muy diferente es que pretendas a un sugar daddy—dijo y le besó el cuello— Puedo serlo, pero para Jong Ho—bromeó.

—¡Seonghwa! ¿Qué es lo que dices?—se molestó y lo alejó un poco—Es un niño, además, ¿por qué tan siquiera estamos diciendo estas cosas?

—¿Celoso?

—Claro—se puso de pie y se cruzó de brazos.

—Mira, pareces un niño cuando te enojas así—rió y extendió su brazo, Yeosang lo tomó de la mano y lo ayudó a ponerse de pie—Eres lo más precioso que me ha pasado—le envolvió el rostro con ambas manos.

—Tu lo eres más, ¿sabes?—le besó la nariz y luego le buscó las manos, entrelazando una de ellas con la otra y emprendieron el viaje a pie hasta el lugar donde habían dejado la camioneta—Quiero intentar cocinar algo para ti.

Alma Saborizada [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora