5. Sabores tercos.

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El fin de semana había resultado fatal, Yeosang estaba tan desanimado por lo que había pasado con Jong Ho, que se levantó casi arrastrando los pies, se dio una ducha rápida y como tenía tiempo para adelantar algunas cuestiones pensó que era bueno llamar a alguien para entrevistar. Abrió su portátil y se sentó en una de las sillas de la cocina, cogió su teléfono y marcó el número del primer chico que se había postulado, tal vez no fue muy eficiente de su parte porque solo se fijó en uno, dejando a los otros postulantes con apenas un visto.

—Buenos días, mi nombre es Kang Yeosang, hablo en nombre de la empresa Kim, usted se ha postulado para un puesto, ¿cierto? ¿está interesado en tener una entrevista por la tarde? ¡Magnifico! lo espero a las 17hs, por favor, al llegar solo anuncie en recepción para lo que viene y pregunte por mi—dijo para luego colgar.

Sin muchas ganas se cambió de ropa y dejó el desayuno de lado, no tenía ningún sentido para él alimentarse en ese momento, podría comer cualquier cosa de paso a la oficina. Se despidió de Wooyoung y emprendió su camino en un taxi. Al llegar solo se quedó adelantando un par de cosas hasta que la tarde llegó, había sido todo tan aburrido, esta situación lo tenía muy desanimado. Su aspirante llegó puntual, él joven tocó la puerta algo temeroso, entró con los hombros un poco encogidos y la mirada esquiva.

No tenía muchas ganas de hacer una entrevista muy larga, así que solo cruzaron algunas palabras de interés, como trabajos previos y experiencia y por sobre todo las recomendaciones que adjuntaba en su currículo. Su estado de ánimo estaba influyendo de manera negativa en sus decisiones, así que sin pensarlo demasiado terminó contratando al joven, a primera vista le había caído muy bien, tampoco tenía mucho tiempo para ponerse a elegir y de todos los postulantes, este parecía ser el más capacitado.

Estrecharon sus manos y el joven se fue muy rápido de la oficina, Yeosang se reclinó sobre su asiento y suspiró cansado, quería irse a casa, pero aún le faltaba una hora, como había adelantado lo suficiente, se puso a navegar en Internet sobre el restaurante al que había asistido. Quería ambientarse un poco para poder tener un tema de conversación con Jong Ho, ah, ese niño lo tenía loco, pero no en aquel sentido romántico, sino loco porque lo desesperaba, aquella actitud infantil no la podía tolerar, ¿por qué su destinado tenía que ser un niño?

En la web encontró la foto del chef y dueño del lugar, por alguna extraña razón su corazón palpitaba al ver su foto, aquella piel tan tersa y claramente de porcelana le llamaba la atención, ¿por qué no podía ser alguien como él? era apuesto, tenía un corte de pelo a la moda, era dueño de una cadena de restaurantes. Kang no se consideraba interesado, pero admiraba la estabilidad económica y social de otras personas, eran símbolos de poder, pero ¿cómo alguien como él osaba desear a alguien como Park Seonghwa? Quizás su destinado era el correcto, porque ambos eran igual de inferiores en sus cargos y economía, el destino era tan sucio.

Decidió que se daría una vuelta por el lugar, pediría el plato más económico del mundo o alguna botella vino solo para estar allí y ver a Jong Ho. Se sentía idiota por ir detrás de un niño, pero estaba harto de no poder saborear nada, era solo un estúpido beso, podría robárselo, podría obligarlo... ah, estaba sintiéndose tan irracional en esos momentos que solo cerró el portátil, tomó su saco y dejó la oficina antes de tiempo, su cabeza le quemaba, era hoy o nunca y la idea de no poder degustar una buena pata de pollo nunca más, lo deprimía ¡¿quién vive sin comida?!

De la oficina llegó directo a EtaHwa, en la recepción del restaurante lo recibió una mujer y le preguntó si tenía alguna reservación, cosa que no tenía, no había pensado en eso, incluso su mente es de alguien tan mediocre en estos momentos, que piensa que puede ir a un restaurante de estrellas michelín a pedir una mesa como si fuera el pan.

Alma Saborizada [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora