17. Sabores espontáneos.

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No estaba siendo un hombre malvado, solo un tonto con mucho miedo del cual nadie se hacía cargo ni por asomo. Aquella noche solo atinó a guardar la identificación de Park entre sus propias pertenencias, con la falsa esperanza de que el otro le buscara o mandara al pequeño niño de Jong Ho por ella. Sin embargo, muy al contrario de los planes que tenía, Seonghwa al darse cuenta que perdió su credencial, comenzó los trámites para hacerse otra; sencillez y practicidad.

El Destino estaba bastante enojado por eso, si tuviera un aspecto humano con el cual identificarse, seguramente su rostro estaría muy arrugado en enfado desmedido, pero no había nada que él pudiese hacer por el momento, ya que Yeosang había relegado su lugar en la nueva idea de su jefe Taehyung a Hongjoong.

Pensar en partir huevos y usar condimentos, era lo que menos deseaba, porque si algo odiaba en la vida era cocinar... aunque la verdadera razón fue siempre Park, su eterno destinado del cual huía. Y los nervios se le ponían de punta cuando bebía el café amargo cada mañana, y solo porque eso, según el manual de destinados que ambos habían leído, solo significaba una cosa; su alma gemela le agradaba de algún modo y no quería, estaba luchando contra eso de manera feroz.

—¡El jefe se acerca! —susurró Yeonjun con énfasis parado en la puerta de la oficina—¡Escóndete! —le advirtió y salió disparado, sabía muy bien que Yeosang había mandado el memo a la basura, pero le advirtió muy tarde de las cosas que se avecinaban.

—¿Qué? —preguntó confundido.

Su capacidad de reacción fue lenta, demasiado lenta, Taehyung cruzó por las oficinas acompañado de un hombre extranjero y en cuanto vio a Kang sentado delante del escritorio sus ojos se abrieron mientras sus finos labios se fruncían.

—¡Kang Yeosang! —dijo entrando en la oficina—¿No se supone que el memo les llegó a todos?—él intentó hablar, pero su jefe levantó la mano y le pidió silencio— No me interesan tus absurdas excusas—negó molesto—, pero bien, ya que estás aquí, ven... quiero presentarte a alguien, es un nuevo socio, su nombre es Christian Grey.

Kang muy a su pesar se puso de pie mientras los brazos extendidos de su jefe le indicaban el camino fuera de la oficina, el nombre le parecía patético y su vello facial era tupido, tenía una mirada intimidante y porte totalmente elegante.

—Un placer—dijo con calma y tan imponente como estaba parado, extendió también su mano, la cual estrecharon juntos.

—Solo estaba mostrándole las instalaciones, tengo varias ideas en cuanto a departamentos y con la unificación de los mismos—miró a Kang de mala gana— Lugar en el que deberías estar—agregó—Esto será un imperio.

—Sin dudas—dijo Grey.

—Bueno, sigamos...— Taehyung le guió en un gesto— Aún queda mucho por ver—agregó.

Yeosang los vio irse y se metió de nuevo en la oficina, suspiró, acomodó su corbata y salió de ella momentos después, para ir al lugar en dónde se daba aquel suceso y se encontró con trabajadores en delantal que veían la demostración de Jong Ho, ese chico era un audaz rompiendo manzanas con las manos, se preguntaba si ese era su único talento o tenía más bajo la manga. Se quedó a ver desde un rincón, su corazón estaba en extraña calma porque no veía a Seonghwa por ninguna parte, quizás, solo quizás, él no había venido.

Quince minutos después de ver cómo Jong Ho había partido unas cuantas manzanas y enseñado la forma correcta de preparar una tarta con esa fruta, sintió la voz de su jefe a su espalda, se alejó un poco con cautela y lo vio entrar con el hombre de hace un rato y entonces escuchó la voz de Seonghwa por el altoparlante, le miró al instante, se encontraba completamente impecable y en su atuendo de chef, incluso llevaba su gorro casi cliché.

Alma Saborizada [SeongSang][COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora