Una hermosa sonrisa se formó en el rostro de Jimin mientras observaba su pintura ya terminada. Se había inspirado en la historia que Jungkook le contó sobre el rey y el príncipe.
La palabra "amor" se quedaba corta para describir la bella imagen plasmada en el lienzo. Era tan realista que casi parecía una fotografía, pero al mismo tiempo, la técnica con el pincel la hacía más impactante que una foto impresa. Cada rasgo y expresión estaba trazada de manera perfecta, reflejando los sentimientos de los personajes.
En ella se apreciaba a una preciosa familia paseando en un bosque de cerezos. Dos reyes y un pequeño príncipe caminaban en medio de sus padres, tomados de las manos de ambos. El niño tenía una sonrisa llena de alegría, y sus ojitos irradiaban ternura e inocencia.
La pareja de monarcas lucía sonrisas dulces de enamorados mientras se miraban el uno al otro, como si nada en el mundo pudiera estropear el amor y la felicidad que los envolvía.
La pintura podía parecer sencilla, pero para los ojos adecuados era algo maravilloso. Solo con mirarla podía hacer sentir un mundo de emociones y trasladar a quien la observaba a ese encantador lugar donde la familia disfrutaba del paisaje.
Jimin suspiró, orgulloso de su trabajo. Con esa obra culminaba la colección que creó, inspirada en la historia de amor entre el rey y el príncipe. Aún no le había puesto nombre a su obra, pues no encontraba uno adecuado para describir la historia que quería contar a través de sus pinturas.
Los últimos días habían sido una montaña rusa de emociones. La visita de su abuela dejó a Jimin un tanto sensible y tenía un poco de miedo de lo que ella quisiera hacer, era una mujer decidida.
Jungkook era como su rayito de sol en los días nublados.
Y en ese instante, parecía que Jimin lo había llamado con el pensamiento, pues el guapo fotógrafo entró a su taller y lo abrazó por la espalda, dejándole besitos en el cuello. Jungkook parecía amar abrazarlo de esa manera, y a Jimin le encantaba ser mimado.
-Esto es hermoso, ¿terminaste aquí? -preguntó Jungkook, poniendo su barbilla sobre el hombro de Jimin.
-Sí, esta era la última -respondió Jimin juguetonamente, mientras pasaba un pincel sucio de pintura por la mejilla de Jungkook.
-¡Jimin! -Jungkook rió, limpiándose la mejilla-. No me cobraré esta travesura solo porque ya tenemos que irnos, pero me la debes.
-¿Es una amenaza? -preguntó Jimin de forma divertida.
-Podría ser, y no me mires así o llegaremos tarde al partido de los chicos -Jungkook se lamió los labios.
Jimin rió coquetamente y rodeó el cuello de Jungkook con sus brazos. -¿Tu mente está llena de pensamientos sucios todo el tiempo?
Jungkook lo rodeó por la cintura y lo acercó más a su cuerpo. -Solo cuando pienso en ti -susurró antes de robarle un beso-. Y yo pienso en ti todo el tiempo, así que sí.
Jimin soltó una risita. -Pero ahora tienes que purificar tu mente porque no podemos llegar tarde. Le prometí a Niki que estaríamos a tiempo -dijo mientras se apartaba de Jungkook para lavar sus pinceles y manos.
Jungkook hizo un leve puchero. -Eres cruel, Jiminnie. ¿Solo vas a ir por ver a Niki?
-Iré por ver a todos, pero Niki es un chico muy adorable -respondió Jimin, negando con la cabeza ante las quejas de su novio.
-Sí, parece tener un crush contigo -Jungkook se cruzó de brazos, inflando sus mejillas-. Creo que estoy celoso.
Jimin no pudo evitar soltar una carcajada sonora. -¿Sabes qué edad tiene Niki? ¡Es solo un niño! -El pelinegro secó sus manos y se acercó a su novio, poniéndose de puntitas para robarle un beso-. Tontito.
Jungkook también rió y, entrelazando su mano con la de Jimin, salieron del taller. Se dirigieron al estacionamiento, donde Jungkook tomó el casco y se lo puso a Jimin. Luego se puso el suyo y ambos subieron a la moto para dirigirse al lugar donde se llevaría a cabo la final del torneo de baloncesto, donde jugaban los chicos con los que se habían encontrado el día que pasaron el rato en el parque.
-¡Jimin-hyung ya está aquí! -gritó con efusividad Niki al verlos llegar.
-¡Hola, Niki! -le sonrió Jimin con amabilidad.
-Gracias por venir, voy a hacer muchas canastas en su honor -prometió el chico.
Jungkook carraspeó la garganta detrás de Jimin. -Niki, ¿acaso estás coqueteando con mi novio?
El chico se puso completamente rojo. -N-no, claro que no, Jungkook-hyung. Es solo que él es el mejor jugador que he visto y lo admiro mucho.
Jungkook asintió, tratando de mantenerse serio. -Está bien, te creo, pero te estaré vigilando.
Niki tragó saliva, nervioso.
-No le hagas caso. Vuelve al calentamiento, te estaré animando desde aquí -le dijo Jimin, y Niki salió corriendo hacia sus compañeros.
Jimin le dio un codazo a Jungkook en las costillas. -Deja a Niki en paz. ¿Cómo puedes intimidar a un chiquillo?
Jungkook dejó salir la risa que estaba conteniendo. -Solo estaba bromeando, cariño -dijo mientras abrazaba la cintura de Jimin.
Al fin, Jay se acercó a ellos con una sonrisa. -Ya era hora de que le pidieras ser tu novio, Jungkook-hyung.
-Sí, ahora Jimin es mi novio, y como estoy feliz y enamorado, si ustedes ganan, yo los invitaré a comer todo lo que quieran -anunció Jungkook.
Jay sonrió. -¡Oigan chicos, tenemos que ganar! ¡Jungkook-hyung nos invitará a comer todo lo que queramos! -anunció emocionado.
Todos celebraron saltando emocionados.
-Primero preocúpense por ganar -los animó Jungkook.
-Igual, si no ganan, también los llevarás a comer -murmuró Jimin sonriendo.
-Me conoces tan bien -Jungkook le dejó un beso en los labios, sin importar cuántas personas los miraran a su alrededor.
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Lienzo De Amor ⁹ ♡KookMin♡
FanfictionNO COPIAS, NO ADAPTACIONES, NO AL PLAGIO, se original puedes crear un universo maravilloso con tus propias ideas. Park Jimin es un hermoso y talentoso pintor, pero ha dejado que el lienzo de su vida se llene de tonos grises. Hasta que conoce a Jeon...