10. Un Tren De Emociones.

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"Hijo, ya tengo tu billete de tren, asegúrate de traer todo lo necesario. Te mando el archivo del billete", seguido de un pdf donde tiene la información que necesito.

Martes a las 9:30 a.m.

Mañana a las 9:30 de la mañana...

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Me termino de preparar para la cena con Daisuke, me peino un poco y me hecho más colonia, luego camino hasta donde me dijo él, en unos minutos llega.

-¿Has esperado mucho? - pregunta risueño.

-No, no mucho - me invita a pasar al restaurante italiano, justo delante de donde estaba esperando.

Nos sentamos en una mesa, el lugar es acogedor y elegante, tanto que casi me siento fuera de lugar.

La velada es tranquila, música clásica, él pide pizza y yo pasta, pero ambos acabamos probando ambos platos... Hablamos y reímos con tranquilidad, le cuento sobre mi viaje, él me cuenta sobre el suyo.

Terminamos de cenar, él insiste en pagar unas cuantas veces, así que le dejo que lo haga. Salimos a la calle.

-Que pena que este lloviendo - suspiro al notar el ligero pero gélido viento.

-Me gusta cuando llueve de noche - me susurra, ambos reímos.

-Deberíamos ir a casa antes de que empeore la lluvia - digo antes de despedirme.

-Oye, George... - me llama levemente, se coloca delante de mi, mirándome a los ojos. - Estos días, me he dado cuenta de que eres muy importante para mí, tanto que no puedo pasar mucho tiempo sin que algo me recuerde a ti - se agacha ligeramente, pone su mano izquierda en mi mejilla derecha, sujetando mi cara ligeramente, y con lentitud pega nuestros labios. Siento un calor débil y antes de que diga nada, corta nuestro beso y se aleja en silencio.

Al verle caminando por la calle, decido que es hora de irse a casa. Al llegar me tiro sobre el sofá, paso un rato con la mente en blanco. Antes de quedarme dormido, me voy a mi cuarto, para dormir en mi cama.

Al despertarme sigo cansado. Me planteo enviarle un mensaje a Daisuke, pero decido no hacerlo. Tampoco sabría que decirle, él me gusta pero no se si de esa forma, además con el problema de Clay, no creo que le vaya a sentar bien.

En 30 minutos organizo mi maleta y la dejo preparada al lado de la puerta principal, luego desayuno con calma, mientras pienso en que decirle a Dai.

Salvo de la casa, asegurándome un millón de veces de que he cerrado la puerta correctamente, bajo a la calle y pido un taxi para que me lleve a la estación.

El tren tarda poco en llegar, así que me subo y me siento en uno de los asientos, esta casi vacío, espero a que el tren se ponga en marcha mientras observo la estación, de lejos observo a Daisuke. Cuando nuestras miradas se encuentran, él se despide con la mano y una amplia sonrisa, mi corazón da un vuelco y late con velocidad, inspiro mucho aire para intentar calmarme y, mientras le observo, se me escapa una sonrisa tímida. Tal vez si le quiero de esa manera...

El tren comienza a avanzar sin darme tiempo a despedirme de Daisuke. El trayecto es tranquilo, descanso y me relajo en mi asiento mientras escucho el ruido de las ruedas en los raíles.

Después de unas horas, por fin llego a mi parada. Bajo del tren rodando mi maleta por el suelo. Camino hasta mi casa y llamo al timbre.

-Hijo- dice mi padre dándome un abrazo de bienvenida. Paso el resto del día escuchando a mi hermana, sobre un millón de dramas adolescentes.

Al día siguiente, mi familia hace maletas y vamos a casa de la familia de Clay, nos quedaremos toda la Navidad allí.

La familia nos recibe en la estación, Clay y yo caminamos a unos metros del resto.

-¿Estas bien? - pregunta risueño él.

-Sí, solo un poco cansado - miento, no debería contarle sobre mi beso con Daisuke, le sonrío falsamente y camino un poco más rápido.

Llegamos a su casa, es tal y como me la describió Clay, este me lleva al cuarto de invitados, él cual compartiré con mi hermana Hayley, luego se va a su cuarto. Comienzo a sacar cosas de mi maleta.

-Hermano- escucho que dice Hayley a mis espaldas, ni me giro a mirarla, solo continuo con mi maleta.

-Dime.

-¿Te pasa algo? - me detengo, ¿tanto se nota que estoy pensando en Daisuke?

-Cierra la puerta- la ordenó mientras me siento en su cama, ella me hace caso y se sienta a mi lado. - No digas nada de esto, ¿vale?

-¡Estás saliendo con Clay! - me interrumpe.

-No, ¿me dejas hablar? - ella asiente en silencio, le cuento lo que ha pasado con Daisuke.

-¿Y el problema es que...? - pregunta ella.

-Eh... - nos quedamos en silencio. - Que a Clay no le gusta que pase tiempo con Daisuke.

-Eso suena a celos. El chico parece una buena opción, pero te gusta Clay desde hace tiempo ya.

-Sí, pero no me gusto - pone los ojos en blanco.

-Sí, claro, no le gustas para nada, haz lo que quieras Gogy, es tu decisión - se levanta y comienza a deshacer su maleta.

Todos cenamos juntos y nos vamos a la cama, el día siguiente es tranquilo, pasamos todo el rato ayudando en la cocina o decorando la casa.

Luego me subo a cambiarme. Me pongo una camisa blanca y unos pantalones formales negros, intento peinarme lo mejor posible, pero es un poco difícil.

-¿Se puede?- reconozco la voz, es Clay, le miro desde el reflejo del espejo mientras intento colocar un mechón rebelde de pelo.

-Sí, adelante- suspiro por la frustración.

-¿Todo bien?- se acerca lentamente a mi. 

-Mi pelo no quiere colaborar- me rio.

-No me refería a eso, has estado muy distraído estos días- apoya su espalda en la pared a mi izquierda y se cruza de brazos.

-Ah, no es nada- me rio falsamente para quitarle importancia al asunto. Es cierto que desde que llegue he estado pensando sobre Daisuke, intentando decidirme sobre que hacer, pero no pensé que se notase tanto.

-George, sabes que me lo puedes contar, no te voy a juzgar.

-Te he dicho que no es nada, solo tonterías- escucho como su padre nos llama para que bajemos a cenar.


Our little trip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora