Our little trip.

31. Como un adulto.

Cuando termina de llorar, me pide que comamos juntos al día siguiente, porque quiere hablar bien conmigo, acepto y cada uno vuelve a donde estaba, él a su casa y yo a mi cuarto, con mi vaso de agua incluido.

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Al día siguiente, como le prometí, aparezco en la cafetería donde trabaja a la hora de su descanso, me siento a esperar a que se quite parte del uniforme.

-Perdón por tardar- dice bajito, me acomodo un poco en el asiento y miro la mesa de madera.

-¿Que me querías decir?- digo, quiero hacer esto lo más corto posible, si me quedo lo suficiente empezaré a sentirme mal y le perdonaré con facilidad, y eso no va a pasar, esta vez tengo que ser firme con mis sentimientos.

- Esto... - pasan unos segundos, rebusca en sus bolsillos del pantalón y deja sobre la mesa un trozo de un periódico de hace unos días, yo mismo tuve este periódico en mi casa.

Lo agarro y lo examino, aunque ya se de que va este tema. Es un articulo sobre lo mismo de la última vez, mi supuesto novio y yo, un articulo en el que la prensa informa sobre mentiras, enmascarándolas de "suposiciones".

-Ya dije que era mentira, estate tranquilo- me levanto dejando el papel sobre la mesa, decidido a irme, George agarra mi brazo haciendo que me gire para mirarle.

-No quería decir eso, -vuelvo a sentarme y atiendo a sus palabras- podríamos intentarlo...

Le miro incrédulo, no por que me de la opción de estar con él, si no por que hace escasos días me evitaba para no tener que lidiar conmigo.

-No tengo tiempo para tonterías, hace días me ignorabas y ahora quieres que salgamos.

-Ya te dije que lo siento, no era mi intención.

-Esta bien, estas perdonado, no vuelvas a hablarme- me levanto e ignoro sus llamadas y el sonido de sus pies correteando detrás de mi, salgo a la calle y camino directo a nuestro edificio.

-Clay, por favor, escúchame- me giro enfadado, él no se lo esperaba así que tiene que parar en seco antes de chocarse conmigo.

-¿Que me vas a decir de nuevo? ¿Qué no me enfade porque no era tu intención? ¿O que fue todo una muy mala decisión? George, esta es insoportable, actúa como un adulto por primera vez en tu vida, ¿quieres? Antes no lo notaba porque iba detrás de ti como un perrito faldero, pero ahora me estoy dando cuenta de lo inmaduro que eres para conseguir las cosas. Me haces mucho daño y aun así tu actúas para ti, sin pensar en mi para nada, a pesar de ser tu mejor amigo desde hace años.

-Clay...- sus ojos se vuelven cristalinos y me duele el corazón solo de verlo.

-No, George, no vas a ganar porque te pongas a llorar. Me duele verte así, pero no puedo más, estoy aguantando algo que no me merezco, me gustas mucho, pero no voy a aguantar esto solo por que me gustes, decide lo que quieres hacer, comunícamelo como un adulto y ya veremos que pasa, pero hasta entonces, no me hables- sentencio, él me mira mudo, me giro y camino hacia mi departamento.

Nada más llegar, comienzo a llorar como un bebé, me paso hora llorando con Luka entre mis brazos, sentado en el sofá viendo todos los cotilleos sobre "mi nuevo novio".

Los siguientes días, no obtengo información de George, así que me centro en mi trabajo, aun así atiendo a cada ruido que hay en nuestra planta y miro su puerta al salir de mi casa para ir a trabajar. Es duro, pero ya era hora de que pusiese las cartas sobre la mesa.

No es hasta una semana después que vuelvo a ver a George, ambos salimos de casa a la misma hora, al vernos el uno al otro, él me saluda y yo simplemente digo un simple "hola" seguido de un suspiro y continuo con mi camino. Me sigue hasta el ascensor, le doy al botón del garaje y miro a un punto fijo en la puerta de color metálico.

-¿Vas a trabajar?- pregunta.

-Sí- respondo escueto.

-Oye, me gustaría...- las puertas se abren, ya hemos llegado a mi planta, pero aun así me quedo para escucharle- hablar contigo. Ahora no porque te tienes que ir, pero cuando tengas un minuto...

-Esta bien, te mandaré un mensaje para acordarlo- suspiro.

Salgo del ascensor, escucho como a mis espaldas se cierran las puertas, camino hasta mi coche y suelto un fuerte y contundente suspiro al estar dentro de mi automóvil.

Espero que esta vez vaya bien y podamos volver a llevarnos bien por mucho tiempo.