Me resigno a entrar a mi departamento, tantos recuerdos... Todo sigue como estaba, mismos muebles, misma posición... incluso me atrevería ha decir que nadie ha vivido aquí desde que yo me mude con Clay.
De repente me doy cuenta de algo.
He vuelto al principio...
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Su expresión mezclada entre sorpresa y confusión, sin moverse, pareciera que tiene miedo de que al mínimo movimiento me fuese a asustar y me volviese a ir. Sus ojos verdes me miran atentos, parece que no se cree que estoy delante de él, traga con dificultad y se pasa una mano por el pelo, apartando algunos mechones de su cabello rubio que estaban colgando por su cara.
-Hola- digo fingiendo una sonrisa.
-¿Que haces aquí?- pregunta confuso y aliviado de saber que no soy una alucinación.
-Salgo de mi casa para ir al trabajo- me rio.
-¿Tu casa?- señala la puerta de mi departamento, asiento rezando porque tenga una buena reacción ante tal noticia-. Volvemos a ser vecinos...
-Exacto- digo, de espaldas abre su puerta, se mete en casa y cierra la puerta.
Escucho como grita, salta y celebra que he vuelto, después de unos minutos, él vuelve a salir como si nada hubiese pasado y se apoya en el marco de la puerta. Le miro intentando no reírme.
-Eso mola- dice asintiendo, supongo que intenta parecer cool haciéndolo, pero siendo sincero, parece que no sabe ni como actuar, a pesar de ser un actor.
-Sí, tengo que irme a trabajar- digo dando por finalizada la conversación, camino al ascensor.
-¡Espera! ¿Quieres que comamos juntos hoy? -pregunta con prisa.
-Clay, llegue ayer, dame un tiempo de descanso, ¿vale? - me rio.
-Pues mañana si quieres- dice antes de que la puerta del ascensor se cierre entre nosotros.
No puedo evitar sonreír como un tonto al verle así de entusiasmado por volver a ser vecinos. Por suerte, no me distraigo pensando en eso mientras trabajo, vuelvo a casa tarde en la noche, porque me quede con Brooke contándole todo sobre Daisuke y su reacción ante nuestra ruptura. Por mala suerte he acabado llorando, así que tengo los ojos ligeramente rojos y me es complicado respirar.
Las puertas de el ascensor se abren mientras me seco las lágrimas con un pañuelo de papel. Escucho una puerta abrirse de golpe, levanto la mirada y veo a Clay sujetando el picaporte de la puerta de su piso.
-Hola- digo en un tono suave.
-¿Ha pasado algo?- pregunta preocupado.
-No, nada- suspiro con una sonrisa.
-No mientas, has llegado mucho más tarde de lo normal y estas llorando.
-Estaba hablando con Brooke de unas cosas- me rio intentando quitarle importancia al asunto.
-¿Estas bien? - salgo del ascensor y él se acerca a mi.
-Sí, es solo una tontería.
-Si no quieres hablar de ello, esta bien, pero si te hace llorar no es una tontería.
Miro sus ojos verdes, que me observan atentos y preocupados, de repente me duele el pecho y siento aun más ganas de llorar, doy un paso y abrazo el torso de Clay, él tarda unos segundos en reaccionar, me abraza y deja un beso en mi cabeza mientras yo lloro en su camiseta del pijama. Pasamos un buen rato abrazados hasta que comienzo a calmarme, aun así, no me suelta.
-Ya estoy bien- susurro, me separo de él. Obviamente no me cree, suspiro y sigo hablando.- Tu deberías estar durmiendo ya- le regaño.
-Estaba preocupado porque no te oía llegar a casa.
-Vete a dormir, -le susurro- mañana seguro que trabajas, debes dormir bien...
-No me voy a ir a dormir sin asegurarme de que no vas a llorar más.
Le empujó suavemente para alejarlo.
-A la cama- él me mira y niega con la cabeza. -Clay, no me lo pongas difícil, estoy bien, solo me estaba desahogando un poco - finjo una sonrisa.
A pesar de no parecer del todo convencido, me hace caso, caminamos hasta las puertas de los apartamentos y entramos cada uno al suyo.
Me preparo para ir a la cama, el llorar me ha quitado el hambre así que no ceno, me cuesta un poco dormir, pero al final lo consigo.
A la mañana siguiente, me despierta el sonido del timbre de mi casa, me levanto, con legañas en los ojos y el pelo hecho un desastre. Abro la puerta y veo a Clay sonriendo y completamente listo para su día.
-Buenos días- dice al verme.
-¿Necesitas algo? - me río intentando mantener la mirada en él y no quedarme dormido ahí mismo.
-Ayer, antes de dormir, decidí que hoy viene conmigo al trabajo, para asegurarme de que no estas llorando solo en casa - ordena.
-Yo... Planeaba dormir unas horas más, la verdad- me vuelvo a reír.
-Pues va a ser que no, -se cuela en mi casa y va directo a mi cuarto, abre el armario y comienza a mirar entre mi ropa. Saca una camisa azul, una sudadera de Nike blanca con el logo en azul claro, unos vaqueros también azules y unas deportivas blancas manchadas por el uso - cambiate y nos vamos.
-Clay... -me quejo alargando su nombre- Quiero dormir...
-Dormirás en el coche y en el set de grabación.
Suelto unos cuantos ruidos de queja, pero aún así, alcanzo la ropa que ha dejado sobre mi cama y me empiezo a cambiar. Él ventila mi cuarto y hace la cama.
-Tienes el pelo muy largo - comenta sin mirarme.
-Ya, no me apetece ir a cortarlo.
No decimos nada más, termino de arreglarme y bajamos al aparcamiento de coches, me quedo dormido de camino al trabajo de Clay.
Él me despierta al llegar, camino a su lado, abrazando su brazo derecho, pegando mi mejilla sobre este, adormilado me lleva hasta una silla. Me quedo allí unos segundos antes de quedarme dormido en la silla.
Al despertarme, antes siquiera de recuperar toda mi consciencia, lo primero que veo es a Clay sin camiseta y con el pantalón desabrochado, caminando hacia mi. Puedo notar mis mejillas ponerse rojas y calentarse hasta poder hervir agua en segundos.
No me gustó el título, pero ya fué, quería actualizar ya 😌
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Our little trip.
FanfictionGeorge Bristol es un chico increíble, genial y agradable. Conoce a su amigo Clay Wagner, un chico popular entre mujeres y hombres, con pasión por la actuación. George duda de si quiere tener a Clay como más que un amigo, aunque le desagrade lo cariñ...