34. Vuelve conmigo.

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-Colega, no tenía buena cara tu amigo.

-¿George?- Nick asiente-. Cuando terminemos, voy a verle.

-Vale...

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Al ir a casa de George, nadie me abre ni responden, así que supongo que estaría durmiendo. Pasan dos días sin verle, a pesar de que le mando unos cuantos mensajes y le llamo a diario, nada parece funcionar.

Nick ha notado mi preocupación, pero prefiero mantenerme en silencio cada vez que me pregunta.

-Clay, enserio, cuéntame que te pasa - demanda Nick.

-Nada, déjalo.

-Dilo.

Suspiro, dándome por vencido.

-Es George, hace días que no sé nada de él.

-Ya te hablará, ni que fuera tu novio.

-Lo es- digo sin pensarlo.

Dos segundo después, me doy cuenta de que le he dicho a alguien que salgo con George, algo que él me dijo que no hiciese, me pongo nervioso y no sé qué decir.

-Por eso estabais solos en casa cuando llegue.

-Sí, - suspiro- estoy muy preocupado.

Nick se levanta del sofá, sale de casa y golpea la puerta del departamento de George.

-¡Hey, George, abre!- grita. Nadie responde, pero él continua golpeando la puerta.

-A lo mejor está trabajando - le digo. En ese mismo momento, el ascensor de abre y observo a George mirándonos mientras sale en silencio.

-¡Abre!- grita Nick, sin darse cuenta de que George está a su derecha.

-Nick- le llamo, pero no me hace ni caso.

-¿Me dejas abrir la puerta?- pregunta George a menos de un metro de Nick.

Este se aleja de la puerta, George abre, Nick me empuja suavemente dentro de su piso y vuelve al nuestro. Cierro la puerta detrás de mí.

-¿Estas bien?- pregunto, sin saber que decir.

-Perfectamente, ¿y tú?- noto cierto retintin en su voz.

-Más o menos, no hemos hablado en unos cuantos días.

- Pensé que estarías ocupado con tu amigo, así que me puse cosas que hacer para no molestar.

-No molestas, - le observó colocando comida en el frigorífico, así que supongo que viene de hacer la compra, no me responde, suspiro - ¿Que te pasa?- me atrevo a preguntar.

-¿A mi? Nada - dice sin mirarme.

-George, - me mira- te estás comportando como un niño.

Él respira hondo.

-Perdón, no sé porque estoy actuando así, creo que necesito un poco de tiempo para pensar sobre todo un poco.

-¿A qué te refieres?- pregunto preocupado, ¿Acaso querrá cortar conmigo o algo así?

-No sé, solo necesito pensar y sentirme solo, quiero averiguar que me pasa estos días, no he estado bien Clay, mi cerebro me está torturando.

-¿Porque dices eso?- de cierta forma, me duele saber que se siente así, pero lo único que puedo hacer es escucharle.

-Estos días he sentido que no tengo control sobre mis pensamientos, saber que estabas pasando tanto tiempo con alguien, sin estar yo delante, ha hecho que me sienta... Mal, celoso, enfadado y muy triste.

-¿Seguro que quieres estar solo?

-No se, Clay - noto que está a punto del llanto, me acerco a él y le abrazo.

-Ya está, pollito - digo intentando calmarle, acarició su espalda- .Voy a hacer lo que tú me digas, si decides quedarte solo por unos días, lo haré, si quieres venirte a mi casa, eres más que bienvenido... - suspiro.

-Lo siento- solloza él muy bajito.

-Esta bien- suspiro yo, miro al techo para no llorar.

-Creo que quiero pasar unos días solo, encerrado en casa, para centrarme en lo que me pasa.

-Te llevaré comida todos los días- digo intentando ponerle un poco de gracia al asunto, aunque no funciona.

-Te quiero- dejo un beso en su cabeza.

-Yo también te quiero- suspiro.

Nos separamos, vuelvo a mi piso.

-¿Todo bien?- pregunta Nick.

En el momento en el que levanto la cabeza y le miró, siento una lágrima cayendo por mi mejilla, tapo mi boca con mi mano derecha y tragó saliva.

-Oh, Clay...- Nick se levanta y me abraza en cuanto llega a mi.

Lloro de forma casi incontrolable, noto un nudo en mi garganta y me cuesta respirar regularmente. Nick no pregunta nada, nadie habla, pero ambos sabemos que estoy mal, y que esto me ha hecho más daño del que pensé que me haría.

Paso unas cuantas horas llorando, Nick se encarga de hacerme cena, mientras que yo sufro emocionalmente en el sofá.

-Voy a irme a dormir, tú también deberías- dice él.

-Voy- suspiro, me levanto y voy a mi cuarto.

Al pasar por delante del espejo en mi cuarto, observó mi cara, los ojos inflamados y sonrojados por llorar, restos de lágrimas por mi cara, mi pelo hecho un desastre... Ni siquiera me encuentro bien físicamente, de forma vaga, me cambio al pijama y me meto en la cama, no consigo dormirme.

Horas después de mirar al techo de mi cuarto en la oscuridad, oigo el timbre sonar, al pasar por delante del cuarto de Nick, cierro su puerta.

Al abrir la puerta principal, veo a George, llorando.

-¿Puedo entrar? - pregunta cómo puede. Asiento, se sienta en mi sofá, le miró confuso.

-¿Pasa algo?- pregunto.

-No... Si... No se, estoy muy agobiado, no puedo dormir.

-¿Quieres dormir aquí?- no pienso antes de hablar.

-Sí, por favor- noto sus manos temblando, camina detrás de mí, en silencio, hasta llegar a mi cuarto.

-¿Dormirnos?- ambos nos metemos a la cama, me acerco a él y le pegó contra mi pecho con suavidad, dejo un beso en su frente. -Buenas noches.

-Clay...

-Dime...

-No sé si quiero estar solo.

-Ven a vivir conmigo por un tiempo- susurro.

-Pero...

-Se me escapó, que estamos saliendo.

-Esta bien - dice él, bosteza y me mira a los ojos.

-Eres adorable - le digo, sonríe dulcemente. - Menos mal que no quieres estar solo- me río.

-Tu también has estado llorando - dice, pone sus manos en mis mejillas como si estuviese sujetando mi cabeza.

-No lo he podido evitar.

Después de hablar por un corto rato, él cae rendido y al poco rato me duermo yo. Al despertar, estoy solo. Me levanto rápido y salgo de mi cuarto, encuentro a George con Nick en el sofá, casa uno con una taza.

-Buenos días- dice Nick.

-Hola - digo confuso.

Our little trip.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora