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Shinichiro observo curioso como el humano – del cual no conocía su nombre– se encerró en su habitación y su hermano peliblanco se colaba detrás de él.

—¡Izana!—Regaño en un susurro, pero era demasiado tarde su hermano se había metido en el cuarto con el chico.

Solamente suspiro y miró la cocina, le prepararía algo de comer al tipo amable, pero no era muy bueno en la cocina. Se acercó a su hermanita.

—Emma-chan, el chico fue a dormir, ¿me ayudarías a cocinar?—La gatita asintió y le señaló su ropa. Shinichiro asintió y le paso un playera y un short que había sacado del cuarto del chico cuando este estaba dormido en el sillón.—Toma Emma, no hay ropa interior, espero no te incomode.

Dejo a la gatita en el baño con la ropa y salió para darle privacidad. Esperó unos minutos y una linda chica rubia de ojos amarillos salió poco después.

—Nii-chan, deberías aprender a cocinar, no voy a estar toda la vida. — Emma le sonrió y comenzó a ver todos lo ingredientes que tenia el chico.— Podríamos comer curry, no hay mucha variedad.

—El chico es amable, mínimo podemos cocinarle, Emma-chan. —Le sonrió y le acaricio la cabeza.— Yo lavo las verduras.

—¿Y Mikey?—pregunto la chica.

—Miau.

Un maullido llamó la atención de los 2 y miraron a Mikey que tenía una tarjeta de identificación entre sus patitas.

—¡Manjiro!, deja de urgar en las cosas del muchacho, que nos va a echar.—Regaño Emma.

Shinichiro junto la identificación y la miro.

—Kakucho Hitto— leyó en voz alta.

—Nii-chan, tu también, deja eso.— le dio un golpe con una tabla de picar y le quito la identificación, poniéndola junto al televisor.

Shinichiro solo se río un poco y cargo a Mikey, dejándolo acostado en un sillón.

•••

Cuando Kakucho se sintió mejor, comenzó a despertar. Sintió un peso en su pecho, un calorsito agradable lo acompañaba. Abrazo más lo que estaba en su pecho y se removió incómodo. Abrio los ojos y se topo con una cabellera blanca, una linda piel morena y unos ojos violetas que lo observaba fijamente.

—¡Ahh!— gritó fuertemente y se callo de la cama.

—¡¿Que pasa?!—Shinichiro entro gritando, asustado y encontró a Kakucho en el suelo y a un Izana desnudo, frunció el señor y miró a Izana con ojos asesinos.—Que mierda Izana, vístete o transformate, estas asustandolo.

—Pero a mi me gusta estar así, ¿que tiene de malo? —inclino su cabeza, pareciendo genuinamente curioso.

Kakucho miró a Shinichiro extrañado y el chico suspiro.

—Izana, ya hablamos de esto, se un poco considerado y ponte ropa.— el chico sonrió y asintió, se levanto de la cama y tomó una sudadera cualquiera de Kakucho junto con unos pants. —Disculpalo tuvo un pasado algo malo, no sabe mucho de las reglas humanas.

Kakucho no quiso suponer, pero su imaginación voló.

—Esta bien, solo me asusto ver a un chico en mi cama.— Se levantó y miró a Izana, que lo escaneaba, con esa mirada tan profunda y que le llegaba a intimidar.—Venga, vamos a comer, ya me siento un poco mejor.

Extraño (Kakuiza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora