14

2.1K 258 688
                                    

Se besaban lentamente, jugando con sus lenguas, sintiendo el calor de sus cabidades bucales. Danzando lentamente, buscando encontrar el mejor ángulo en la que sus bocas conecten.

Saliva escurre de sus labios hacia sus barbillas. Y sonríe entre el beso.

Comienza a dejar besos en la barbilla de su pareja y comienza a bajar por su cuello, dejando marcas visibles.

—Shin, no— susurra Wakasa queriendo empujar al pelinegro sin intención real de apartarlo.— no dejes marcas— jadea inclinando la cabeza hacia un lado para darle más espacio.

—Honestamente— beso— no —beso— se si—beso— quieres que me detenga o no —se alejó un poco acomodando mejor al de mechas sobre su regazo.

—Tks—¿Wakasa le chasqueo la lengua?— eres muy lento, deja que yo me encargue.

Le quito la playera a Shinichiro y después se quito la suya.

—Tu solo disfruta.

•••

Estaban acostados viendo el techo.

—Lo siento.

—No te tienes que disculpar de nada.

Volvieron a estar en silencio.

—De verdad, lo siento —y su voz se quiebra un poco.

—Ya te dije que esta bien— Wakasa se gira y lo abraza—¿Qué clase de novio sería si te obligo a hacer algo para lo que no estás listo?

—Solo que — suspira entre cortado y abraza de vuelta a Wakasa— no puedo evitar recordar...

—Nadie te está presionando, Shin, si no quieres hacerlo, pues no lo hacemos. Punto.

Shinichiro ríe y se siente un poco mejor.

—Prometo que iré a terapia.— Wakasa ríe orgulloso y se levanta.

—Venga, vamos a ver una película.

•••

Shinichiro es una persona que suele poner a las demás personas por delante de él, dejando sus preocupaciones y problemas de lado.

Por eso cuando se muda a la casa de Kakucho, se siente extraño y fuera de lugar. Alguien se preocupa por el y sus hermanos al mismo tiempo.

Luego se reencuentra con sus amigos, se da cuenta que el amor de su vida corresponde sus sentimientos pero el no puede hacerlo por que tiene que sanar primero sus problemas.

No puede evitar recordar toda la mierda que le hicieron pasar cuando estuvo en aquel lugar. Cada golpe, cada maltrato, cada jodido abuso se marcó en el. En su mente y en su piel.

Observa a través del espejo las cicatrices que tiene en las costillas. Cicatrices de golpes continuos, de mordidas, uñas, cortes.

Se siente asqueado y tiene que cerrar los ojos para evitar vomitar por la imagen. Los ojos se le aguan y se sienta en el suelo.

—¡Shin, estas bien!—Escucha la voz de Wakasa del otro lado de la puerta y se pone la camisa de vuelta.

—¡Si, enseguida salgo!— hablo alto y se levanto.

Suspira y piensa en sus hermanos. Será fuerte por ellos hasta que sean lo suficientemente maduros para protegerse o hasta que encuentren otra persona que los proteja.

Extraño (Kakuiza)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora