Extraño (Kakuiza)

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Izana se removió entre las cobijas, buscando sentir el cuerpo de su novio, para su mala fortuna eso no sucedió. Abrio los ojos y busco entre las cobijas, mo~ no estaba su Kaku-chan.

Refunfuño y se sentó, bostezando y tallandose los ojos. Parpadeo lentamente y salió de la cama.

-¡Kaku-chan, donde estas!- escucho ruidos en la cocina y se dirigió ahí. Pero Kakicho no estaba, solo estaban Emma y Manjiro.-¿Y Kaku-chan?

-Salió hace unos minutos, nos pidió que no te despertaramos dijo que volvía enseguida -Izana hizo un mohin insatisfecho y se sentó en el sofá.

-Iza-nii, ¿estas de novio con Kakucho?- pregunto Manjiro.

-Mikey, esas cosas no se preguntan-le riño su hermana- pero igual contesta, tengo curiosidad.

-Ah, eso, sip desde hace unos dias- contestó desinteresado.

-¿Y cuando nos pensabas decir?- Izana se encogió de hombros.

-No se, hasta que preguntaran o nos vieran supongo.

Emma lo miró ofendida y continuo con su cocina.

-Iza-nii, Kakucho dijo que no te pararas - dijo Manjiro poniéndole una mano en la frente. -Tienes fiebre, deberías acostarte.

-Cundo llegue Kaku-chan - murmuró decidido.

Emma suspiro resignada. A pesar de ser la menor parecía ser la más responsable.

-Uy, galletas- y Manjiro salió corriendo de la cocina ante la mirada enojada de Emma.

No quería lidiar sola con sus hermanos y no Kakucho ni Shinichiro estaban en casa.

•••

Shinichiro caminaba con nerviosismo disimulado por las calles hacia el taller de Draken e Inupi. En su última charla le había comentado sobre reunirse con Waka, Benkei y Takeomi. Aunque al principio había aceptado reunirse con ellos en ese mismo instante, el miedo y el temor del que pasaría lo hicieron desistir a mitad de camino.

Según Inupi, ninguno se molesto por su repentina cancelación, pero aún así no podía evitar sentirse ansioso.

-Ah, los extraño pero me da miedo- susurro entrando al taller de su amigo.

-Shinichiro-San, justo a tiempo, dame 5 minutos, me voy a cambiar. -pidió Inupi, para desaparecer detrás de una puerta.

-Buenos días Draken-kun- saludo el pelinegro acercándose al chico que se encontraba arreglando una moto.

-Buenos días, Shinichiro-san- el pelinegro vio el modelo de la moto que arreglaba el chico y sus ojos se aguaron. Era una CB250T, el solía conducir una de esas.

Sus ojos lagrimearon inconscientemente y Draken lo miró sorprendido y asustado a partes iguales.

-Yo solía conducir una de estas- murmuró por lo bajo mientras acariciaba con suma delicadeza la pintura negra que tenia.- Me pregunto si está en algún lugar del mundo, o si está hecha chatarra.

Le dolía de sobremanera pensar en todo lo que tenia, que logró con tanto esfuerzo se le arrebato en unos pocos minutos.

Parpadeo rápidamente haciendo que las lágrimas se fueran de sus ojos y suspiro poniéndose de pie.

-Lamento que hayas visto eso, Draken-kun- antes de que el de trenza pudiera responder algo, Inupi salió de detrás del taller haciendo sonar sus tacones de aguja.