Hate-Fuck-Love

Capítulo 5

El silencio que reinaba en aquella habitación era sepulcral. Ninguna de las dos había dicho palabra alguna durante un largo minuto que se hizo eterno. Debs la miraba desde el sofá. Sostenía la cara con sus manos y la miraba, no dejaba de mirarla. Andy comenzaba a sentirse incómoda.

- ¿Vas... a decir algo? – Andy se atrevió a romper aquel silencio, pero rápidamente se arrepintió. Debs no dejaba de mirarla, sin decir nada. – Vale... - Debs carraspeó, mirando a Andy.

- ¿Puedes volver a repetirme eso? – La miró con el ceño fruncido, sin ningún tipo de emoción.

- Pues... - Susurró de manera inaudible. – Que... han pasado cosas.

- Han pasado cosas. – Repitió Debs, pasando una mano por su rostro.

- Sí. – Se atrevió a decir. Debs se levantó y dio unos cuantos pasos por el salón, sin realmente ir a ninguna parte.

- Primero, te tiras a su novio. – Enunció. – Segundo, quieres contárselo. – Prosiguió. – Tercero, te tiras a la novia. – Giró sobre sus pies, quedando al frente de la morena. - Voy a empezar a necesitar un esquema de todo este lío.

- Nos hemos "medio acostado". – Corrigió a la pelirroja. – Nos interrumpió su novio al llamarla por teléfono.

- Ya. – Debs asintió. – Os interrumpió el novio de la novia. Vaya. Qué cosas, ¿Eh?

- Sí. – Volvió a decir con un susurro. Debs frunció el ceño y se acercó rápidamente a la morena, centrando su atención en un punto muy concreto.

- ¿¡Pero qué coño tienes en el cuello!? – Gritó apartándole el pelo a Andy, observando la marca de unos dientes que se comenzaba a tornar de color morado. - ¿¡Pero qué hostias, Andy!?

- Pues a ver cómo te lo explico. - Andy intentó ordenar las palabras en su mente.

- ¡Joder! – Intentó palpar la zona de manera sutil. - ¿Te duele?

- Pues ahora que lo dices... ¡Ah! – Se quejó. - ¡No toques!

- ¿Pero tú has visto lo que tienes ahí?

- En el momento no me dolió. – Se justificó. – Ahora... joder. – Observó su cuello por la cámara del teléfono móvil y tenía perfectamente la mordida de la rubia sobre su cuello, cerca del hombro.

- Menuda bestia. – Miró a la morena. – Al final va a ser verdad eso de que los que se pelean se desean. ¿Habéis hablado de...?

- ¿De que casi follamos de no ser porque su novio nos ha llamado? No, no nos dio tiempo. – Dijo con ironía. – No sé nada de ella, y ahora mismo estará cenando con su novio y sus padres. – Rodó los ojos.

- ¿No le contaste lo de la infidelidad? – Frunció el ceño.

- ¡Claro que lo hice! – A Debs se le desencajó el rostro. – Me dijo que ya lo había hecho varias veces y que yo era la única chica que se había atrevido a contárselo.

- Así, ¿Sin más? - Andy suspiró, asintiendo. – No entiendo nada, ¿Por qué estarías con alguien que te ha sido infiel varias veces?

- Eso es lo que me preguntó yo. – Encogió los hombros.

- Pues ella tampoco ha dudado en ponerle los cuernos... - Miró a Andy de reojo. – Aunque bueno, supongo que si él lo ha hecho varias veces... ya ni cuenta.