- ¿Qué haces metida en tu habitación todo el día? Ni si quiera has salido a cenar... - no encontró respuesta alguna, por lo que decidió entrar de lleno en la estancia sin esperar que la otra persona le diese paso. - ¿Qué haces?
- Estoy viendo fotos de mamá.
- Pensaba que estaban todas guardadas en el sótano. – Tomó asiento a su lado, observando la foto que tenía entre manos. – Ahí estaba especialmente guapa.
- Tengo algunas escondidas aquí, las salvé de las garras de papá. – Suspiró. - ¿Sabes? Apenas me acuerdo de ella y, sin embargo, es tan parecida a mí...
- Eres el vivo retrato de mamá, Chloe. – Se acercó, abrazándola por la espalda. - ¿Por qué las estás viendo? ¿Estás nostálgica?
Su respiración hizo una pequeña pausa, se levantó de los pies de la cama y se acomodó directamente en ella.
- ¿Tú crees que... si mamá estuviera viva, dejaría que papá nos casase por negocios? – Sarah la miró, con una mezcla de tristeza y melancolía en su mirada.
- No, ni de coña. - rio de forma irónica. – Hubiera permitido que nos casásemos por amor, que estudiáramos lo que queramos. Papá y mamá se querían, mucho. Pero eran muy diferentes entre sí.
- No quiero acabar casada con Derek, teniendo hijos para ocupar mi tiempo y trabajando en algo que ni si quiera me apasiona... - susurró, agachando la mirada y perdiéndose en la foto que tenía entre las manos. – es injusto que quiera controlar cada ámbito de nuestra vida solamente para que no nos falte de nada. ¿Pero, y el amor? ¿Y la ilusión por trabajar en algo que quieres? Él se casó con el amor de su vida, ¿Por qué no permite que nosotras hagamos lo mismo?
- Cariño... - se sentó a su lado, abrazándola y recostándola sobre ella. – nuestros padres lo pasaron muy mal en su noviazgo, nadie creyó en papá para que montase su propia empresa. Y ahora míralo. – hizo una pequeña pausa. – No quiere que nosotras pasemos por lo mismo.
- Pero...
- Pero eso no justifica el hecho de que quiera controlar toda nuestra vida. – sonrió de forma triste. – es nuestro padre y debería apoyarnos en cada decisión que tomemos...
- Te casas en apenas unos meses, ¿no crees que es hora de plantarle cara?
- Para mí es muy tarde, Chlo. En cambio para ti...
- ¡No digas eso! ¡No puedes decirme que persiga mis sueños cuando tú no eres capaz de enfrentarte a él!
- Le dará algo si ninguna de las dos seguimos sus pasos. – aclaró. – me sacrifico para que una de nosotras tenga el futuro que quiere.
- No te he pedido que te sacrifiques por mí. – defendió. – vas a tener un hijo con alguien que no es tu futuro marido. Eres tú la que debería poner fin a todo esto.
- Quiero el mejor futuro para mi hijo. – dijo tajante. – y con Brandon tengo un muy buen futuro.
- Sí. Económico. – Aclaró. – No se criará en un hogar donde sus padres se quieran.
- El amor no le dará de comer.
- Dylan se encargará de él. Está locamente enamorado de ti. – continuó. – tienes un futuro brillante por delante, Sarah. No dejes que papá...
- Las dos estamos jodidas, ¿eh? – rio amargamente, conteniendo un sollozo. – solo si mamá estuviera viva...
- Sarah... - Chloe la abrazó tiernamente. – te prometo que saldremos de esta. – sonrió de forma triste y sacudió su cabeza, intentando dejar atrás el tema.
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Hate-Fuck-Love
RomanceNo empiezan de la mejor manera. Se odian y no pueden aguantar ni cinco minutos en la misma habitación. Su relación es una lucha para intimidar y hacer que la otra desvíe la mirada. ¿Y si ese odio se convierte en pasión? ¿Y si la tensión que nace de...