06

971 95 8
                                    

Los estudiantes estaban reunidos en el gimnasio de la escuela. La directora tenía un anuncio importante, y por eso nos habían convocado, aunque parecía que muchos ya sabían de qué se trataba.

-Buenos días, estudiantes. Es muy temprano, ¿verdad? -dijo la directora por el micrófono, y todos respondieron con un fuerte "sí". -Entonces seremos rápidos. Como sabrán, hoy los clubes de la institución abrirán sus puertas. Aprovecharemos esta hora para que quienes estén interesados se unan a un club. Recuerden que esto suma puntos en sus boletas.

-Pero una vez que terminen, deberán regresar a sus clases -añadió el vicedirector con una sonrisa.

La emoción de algunos estudiantes se desvaneció rápidamente, reemplazada por una amarga resignación; a nadie le gustaba la idea de regresar a la rutina académica.

Dirigí mi mirada hacia la mesa del club de música. Allí estaba sentada una chica de cabello corto, y a su lado, Heeseung. Él llevaba una chaqueta de cuero negra, una camiseta blanca y jeans negros que se ajustaban a su figura. Se veía increíblemente bien.

Pasé la lengua por mis labios, recordando el color rojizo de esos mismos labios que se habían encontrado con los suyos. Mis pensamientos volvieron a la fiesta, a la intensidad y pasión de ese beso. ¿Por qué no podía sacar ese momento de mi cabeza? Había pasado días intentando olvidar, pero era como si el recuerdo estuviera tatuado en mi mente. Heeseung parecía haberlo superado rápidamente; ni siquiera cruzaba miradas conmigo. Supongo que entendió que fue solo un desliz.

Estaba a punto de apartar la vista cuando nuestros ojos se encontraron. Una línea imaginaria se trazó entre nosotros, y nos miramos fijamente. Heeseung sonrió de manera juguetona, su expresión era cautivadora. La ropa que llevaba le daba un aire de misterio y rebeldía. ¿Acaso te gustan los chicos malos, Jihye? me pregunté a mí misma.

-Se comen con las miradas -murmuró Soobin, con una sonrisa pícara.

Me di cuenta de que había estado mirando fijamente y reaccioné al instante, apartando la mirada hacia mi amigo. Lo empujé, avergonzada por haber olvidado que estaba a mi lado.

-¡Cállate! -le dije, con un tono reprimenda.

Soobin solo se encogió de hombros, soltando una risita silenciosa.

-Da igual, hay que inscribirnos -dijo, tomándome de la muñeca para bajar las gradas.

El gimnasio estaba abarrotado de estudiantes, y moverse con libertad era casi imposible. -Esperaré a que la multitud se acomode. Ponte tú primero en la fila -le ofrecí, señalando la cola frente al club de música.

Soobin dudó por un momento, pero finalmente cedió y se colocó en la fila del club de música. Me alejé un poco para dejar que la gente se organizara en sus respectivos clubes.

Cuando hubo más espacio, me coloqué en la fila, a unos diez estudiantes de distancia de Soobin.

[...]

La fila avanzaba lentamente. La chica de cabello corto estaba ocupada anotando a los estudiantes y completando sus perfiles. Solo quedaban dos estudiantes delante de mí cuando Heeseung cambió de lugar con ella. Una descarga eléctrica recorrió mi cuerpo al ver que él estaba tan cerca.

Mi respiración se volvió cada vez más pesada mientras los alumnos iban desapareciendo por un costado. La cola se movía lentamente, y el chico que estaba delante de mí finalmente se apartó, dejándome cara a cara con Heeseung. Mi corazón latía con fuerza en mi pecho, casi como si quisiera escapar. Cuando levantó la mirada, su expresión cambió de una pequeña sonrisa juguetona a una más seria y calculadora.

✦ˑ 𝗣𝗋𝗈𝖿𝖾𝗌𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗆𝗎́𝗌𝗂𝖼𝖺  𝄞⋆| 𝗟𝖾𝖾 𝗛𝖾𝖾𝗌𝖾𝗎𝗇𝗀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora