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Soobin me observaba con una expresión que mezclaba molestia y curiosidad. Había insistido durante días en que Heeseung y yo éramos más que amigos, pero cada vez que lo decía, yo lo negaba. No era una mentira, después de todo, Heeseung y yo no estábamos oficialmente juntos, aunque había algo entre nosotros que prefería mantener en secreto hasta que las cosas fueran más claras.

—Últimamente te veo muy cercana a Heeseung. —Su voz sonó incrédula, como si le costara creer lo que estaba por decir—. ¿Ya lo perdonaste?

Le devolví la mirada con una pequeña sonrisa, intentando no mostrar más de lo que quería. —Sí, decidí perdonarlo. Heeseung ha sido demasiado bueno conmigo. No tenía sentido seguir enojada.

Soobin ladeó la cabeza, aún más intrigado. —¿Estás saliendo con él?

La pregunta me tomó por sorpresa, y aunque intenté mantener la compostura, sé que mi expresión me delató. —¿Qué? —Reaccioné rápidamente, negando con la cabeza—. No, no estamos saliendo. Solo somos amigos, nada más.

Él soltó una risa suave, divertida. —No sé si te creo. La forma en la que te ha estado mirando estos últimos días no parece la de alguien que solo quiere ser amigo.

Fruncí el ceño, ahora yo la curiosa. —¿Cómo me estuvo mirando?

Soobin abrió la boca para responder, pero antes de que pudiera decir una palabra, alguien más se unió a la conversación.

—Buenos días, bonita.

Nos giramos al unísono, sorprendidos por el repentino saludo. Allí, con una sonrisa relajada en el rostro, estaba Heeseung.

—Ah, eres tú. —Soobin entrecerró los ojos, claramente confundido—. Pensé que eras Hyunjin.

Heeseung levantó una ceja, su sonrisa desapareciendo ligeramente. —¿Hyunjin? ¿Por qué?

—Bueno, es que él siempre le dice a Hye de esa for-...

Antes de que pudiera continuar, instintivamente cubrí su boca con mi mano, sintiendo cómo su respiración se detenía por un segundo. No quería que Heeseung supiera más de lo necesario, no cuando las cosas con Hyunjin estaban tan tensas.

Heeseung me miró con una mezcla de curiosidad y algo más oscuro, casi como si su posesividad asomara por un momento. —¿Es así? —Su tono bajo y firme hizo que mi corazón latiera más rápido, y sentí su mano deslizarse suavemente hasta mi cintura, su toque firme pero delicado, como si estuviera reclamando lo que era suyo.

Tropecé con mis palabras, mi mente enredada en el tumulto de emociones que me provocaba su cercanía. —No... no es nada. Soobin solo estaba bromeando.

Heeseung entrecerró los ojos, pero su expresión pronto se transformó en una sonrisa inocente, una que conocía demasiado bien. —Bueno, Soobin, ¿te molestaría si te robo a tu amiga un segundo?

Aunque la pregunta sonaba casual, había un tono subyacente en su voz que me hizo dudar de sus intenciones. Soobin, ajeno a la tensión entre nosotros, suspiró antes de responder. —Está bien, solo asegúrate de que no llegue tarde a clases. —Me miró con una mezcla de diversión y resignación—. Te veré en el salón, Hye.

Y con eso, se marchó, dejándome sola con Heeseung. El aire se sintió más pesado, cargado de algo que no podía identificar del todo. Antes de que pudiera decir algo, Heeseung tomó mi muñeca con suavidad, pero con una determinación que no daba lugar a objeciones. Sin decir una palabra, me guió por los pasillos, alejándonos de la multitud, hasta un rincón más solitario del instituto.

Cada paso que daba a su lado aumentaba la incertidumbre en mi pecho. Sus ojos, siempre tan expresivos, ahora parecían ocultar algo más profundo, algo que él no estaba dispuesto a compartir todavía. Me encontré mordiéndome el labio, ansiosa por lo que pudiera decir o hacer.

✦ˑ 𝗣𝗋𝗈𝖿𝖾𝗌𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗆𝗎́𝗌𝗂𝖼𝖺  𝄞⋆| 𝗟𝖾𝖾 𝗛𝖾𝖾𝗌𝖾𝗎𝗇𝗀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora