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—Ey, bonita, tanto tiempo. Ha sido difícil verte últimamente, ¿Donde te habías metido? —preguntó Hyunjin apareciendo detrás mío mientras yo sacaba mis libros de mi casillero para la próxima clase.

Me estremecí al escuchar su voz, desde que Heeseung nos había contado ese secreto de Hyunjin y nos había advertido que nos alejaramos de él mantuve la distancia durante algunas semanas y me concentré más en clase y el club. No sabía como reaccionar si volvia a verlo y ahora lo tenía a mis espaldas, seguramente esperando una respuesta.

Una parte de mi se sentía mal por dejarme llevar por esos comentarios y alejarme de Hyunjin, después de todo el había sido un buen amigo, hasta la carrera donde prometió llevarnos a Soobin y a mi de regreso a casa y al final se fue de la carrera dejandonos atrás. Ese era mi justificante, él nos dejó tirados.

Cerré mi casillero y después de tomar valor me di la vuelta. No dije nada, solo quise pasar por su lado, pero el me tomó del brazo.

—Bonita, ¿Qué pasa? —preguntó Hyunjin confundido, su voz era suave mientras fruncía el ceño— ¿Estás molesta por lo que pasó en la carrera?

Lo miré pero no contesté.

—Te lo recompensaré, lo prometo... —él dijo mirándome a los ojos y no pude evitar cuestionarme las palabras de Heeseung, ¿Hyunjin estaba metido en cosas malas? Él se veía tan dulce que se me hacía difícil de creer.

¿Y si Heeseung me mintió? Ya lo hizo una vez, no me extrañaría que lo hiciera de vuelta.

—No estoy de humor...

Eso fue lo único que respondí, él me miró de arriba a abajo y frunció aún más el ceño.

—Me estás mintiendo —respondió Hyunjin seriamente— ¿Sabías que eres muy mala mintiendo?

Lo miré a los ojos y suspiré. No podía mentirle, así que decidí decirle la verdad.

—Me enteré de algo, que tiene que ver contigo... —respondí.

Él me miró entre curioso y ansioso.

—¿Qué? —él preguntó.

—¿No pensabas decirme de tu deuda?

Hyunjin soltó mi brazo, retrocediendo un paso. Su expresión cambió a una mezcla de sorpresa y preocupación.

—¿Quién te contó eso? —preguntó, su voz ahora más baja y tensa.

—Heeseung. Dijo que tenías problemas serios y que era mejor mantenerme alejada de ti —respondí, sintiendo un nudo formarse en mi estómago.

Hyunjin se pasó una mano por el cabello, evidentemente frustrado.

—No es tan simple como parece —dijo finalmente—. Sí, tengo una deuda, pero no es lo que piensas. Heeseung... él tiene sus propias razones para decirte eso. No todo lo que él dice es cierto.

Lo miré, tratando de leer sus emociones. Hyunjin siempre había sido un libro abierto para mí, pero en ese momento, sus ojos eran insondables.

—¿Entonces cuál es la verdad? —pregunté, cruzándome de brazos—. ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Él exhaló profundamente y se acercó un poco más, bajando la voz como si no quisiera que nadie más escuchara.

—La verdad es complicada. Sí, tengo una deuda, pero no con las personas que piensas. Es con alguien que solía ser amigo mío. Todo se descontroló y ahora estoy tratando de arreglarlo. No quería involucrarte, no quería que te preocuparas.

Mis pensamientos estaban enredados. Por un lado, quería confiar en Hyunjin, pero las palabras de Heeseung resonaban en mi cabeza. Antes de poder decidir qué hacer, la campana sonó, indicando el comienzo de la siguiente clase.

—Tenemos que irnos —dije, no queriendo prolongar la conversación en medio del pasillo.Hyunjin asintió lentamente.

—Hablemos después de clase. Te explicaré todo, lo prometo —dijo con una sinceridad que me hizo dudar de nuevo.

Asentí, sin saber qué más decir, y me dirigí a mi próxima clase. Mientras caminaba, no pude evitar preguntarme si realmente conocía a Hyunjin y si estaba preparada para descubrir la verdad.

Pasé toda la clase distraída, incapaz de concentrarme en la lección. Mi mente seguía repitiendo la conversación con Hyunjin y las palabras de Heeseung. Las dudas y la confusión se entrelazaban, creando una tormenta de pensamientos que no podía calmar. Al sonar la campana que indicaba el final de la clase, sentí un nudo en el estómago.

Hyunjin me estaba esperando en la puerta del aula, su expresión serena pero con un destello de ansiedad en sus ojos. Nos dirigimos en silencio a un rincón tranquilo del patio, lejos de los curiosos oídos de nuestros compañeros.

—Bien, aquí estamos —dije finalmente, rompiendo el silencio—. Cuéntame todo.

Hyunjin respiró hondo antes de comenzar a hablar. —Hace un año, me metí en un negocio con un tipo. Era amigo mío, o al menos eso pensaba. Todo comenzó como algo simple, un préstamo para cubrir unos gastos. Pero él tenía sus propios problemas y terminó involucrándome en algo mucho más grande. Cuando las cosas se pusieron feas, él desapareció y me dejó con la deuda.

—¿Y por qué no me lo contaste antes? —pregunté, tratando de mantener la calma.

—No quería preocuparte ni ponerte en peligro. He estado tratando de resolver esto por mi cuenta. No es algo de lo que esté orgulloso, pero estoy haciendo lo posible para salir de esta situación.

Miré a Hyunjin, buscando algún indicio de mentira en su rostro, pero solo vi sinceridad y arrepentimiento.

—¿Y Heeseung? ¿Por qué me dijo que me alejara de ti? —pregunté.

Hyunjin suspiró, desviando la mirada.

—Heeseung y yo siempre hemos tenido problemas. Él ha sido protector contigo, sí, pero también hay algo más en juego aquí, celos.

—¿Celos? ¿De qué estás hablando? —le pregunté, confusa.

Hyunjin me miró con una expresión que combinaba tristeza y determinación.

—Heeseung y yo nunca nos hemos llevado bien. Desde que nos conocimos, ha habido una competencia silenciosa entre nosotros. Piensa que yo soy una mala influencia para ti y, honestamente, creo que también está celoso de nuestra relación. Cuando se enteró de mi situación, vio una oportunidad perfecta para mantenerme alejado de ti y no dudó en exagerar las cosas.

Sentí un nudo en el estómago. Esto era una revelación que no esperaba.

—¿Quieres decir que Heeseung me ha estado mintiendo para mantenerme alejada de ti? —pregunté, tratando de procesar la información.

Hyunjin asintió lentamente. —Sí. Sabía que contarte sobre mi deuda te asustaría, así que lo utilizó para alejarte de mí. No soy perfecto, y he cometido errores, pero no soy el monstruo que Heeseung te ha hecho creer. Mi problema con la deuda no es tan grave como él lo ha pintado. He estado trabajando para pagarla, y ya casi lo tengo resuelto. Heeseung simplemente vio una oportunidad para hacerme quedar mal y la tomó.

Miré a Hyunjin, tratando de ver si había alguna verdad en sus palabras. Su expresión era sincera, pero había una sombra de algo más en sus ojos, algo que me hizo dudar.

—Entonces... hablaré con él después...

Ante mis palabras, Hyunjin se tensó visiblemente. Pude ver cómo sus músculos se contraían y su mirada se volvía más seria.

—Jihye, no creo que sea una buena idea —dijo, su voz baja pero urgente—. Heeseung va a decir cualquier cosa para hacerme quedar mal. Es mejor que no te dejes llevar por sus mentiras.

Sentí una oleada de frustración. No quería estar atrapada entre dos versiones de la historia, sin saber en quién confiar.

Hyunjin suspiró, su expresión se suavizó un poco.

—Está bien. Haz lo que tengas que hacer, pero por favor, recuerda lo que te he dicho. No confíes ciegamente en él.

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Nota de la autora: ¿Quién dirá la verdad? 🧐

✦ˑ 𝗣𝗋𝗈𝖿𝖾𝗌𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗆𝗎́𝗌𝗂𝖼𝖺  𝄞⋆| 𝗟𝖾𝖾 𝗛𝖾𝖾𝗌𝖾𝗎𝗇𝗀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora