En medio de la noche me desperté sedienta. Me apresuré por levantarme de la cama con cuidado, caminando hasta la puerta. Deambulé adormilada por la casa hasta dar con la cocina, no estaba familiarizada con ese lugar.
Busqué en la oscuridad un vaso, ayudándome con la tenue luz de la luna que se colaba por la pequeña ventana, cuando encontré el vaso me serví agua del grifo, mi garganta se sentía muy agradecida conmigo, estaba demasiado seca.
Solté un suspiro después de aliviar mi sed, dejando el vaso a un lado. Estaba por buscar una esponja para lavar el cubierto sucio, pero de pronto sentí unas frías manos deslizarse sobre mis caderas, solté un pequeño brinco asustada, estaba apunto de gritar de no ser por un susurro en mi oído.
—Soy yo, no te preocupes. —escuché una voz familiar.
Me giré para quedar frente a frente mientras miraba su rostro iluminado tenuemente.
—¿Dónde estabas? —pregunté preocupada, no me había dado cuenta de que me había quedado dormida en su casa, pero ahora que estaba entre sus brazos sentía la falta que me había hecho el calor de su cuerpo.
—Tenía que terminar algunas tareas y estudiar para los exámenes. Ví que despertaste, pero ya podemos ir a dormir —susurró con una voz cansada y de alguna forma sonaba jodidamente atractivo.
—¿Por qué estudias hasta tan tarde? Debes descansar bien —le susurré acariciando su cabello.
Él apoyó su mentón sobre mi hombro, soltando una pequeña risita.
—Lo entenderás cuando estés en el último año —susurró del mismo modo, causando un cosquilleo en todo mi cuerpo— Vamos a dormir, preciosa.
Asentí con una sonrisa, sintiendo como su mano se enroscaba alrededor de mi muñeca para llevarme hacia su habitación. Él me guío hasta la cama, acostándose, lo imité pero antes de irme a dormir tomé mi celular, eran las tres de la mañana, tenía mensajes y llamadas perdidas de Soobin y mis hermanos.
Quizá mis hermanos estaban preocupados por mi al ver que no llegué a casa, ¿Pero Soobin?
Tenía mensjaes en el buzón de voz, así que decidí escucharlos.
—¡Ji-hye, responde maldita sea! —se escuchó la voz desesperada de mi hermano, era Ji-hyun.
Sentí mi vida pasar adelante de mis ojos, posiblemente sería castigada por una semana o más.
¿Qué le diría a mi familia?
Me quedé a dormir con tu amigo, Sejun. No, por supuesto que no les diría eso.
—Hye, estaba esperando en la parada de autobús, cuando viene Hyunjin diciéndome que te vió irte con Heeseung siendo que iban a salir juntos, al parecer estás en problemas —ahora se escuchó la voz de Soobin, no parecía preocupado, pero sabía que en cuanto lo volviera a ver querría saber qué pasó.
—¿Ese fue Soobin? —preguntó Heeseung a mi lado, apoyándose sobre una mano.
Lo miré brevemente para asentir con la cabeza, mientras mordía mis labios ansiosa.
—Deja de pensar en ellos, ahora tenemos que descansar —dijo en un tono perezoso.
Él tomó mi teléfono de mi mano dejándolo sobre la mesita de noche, luego tiró de mis caderas para acercarme a él y abrazarme, el calor de su cuerpo era suficiente para no sentir el frío de aquella noche helada.
—Descansa bonita —dijo metiendo una de sus manos por debajo de mi camiseta, sobando mi espalda con pequeñas caricias.
Me encogí en mi sitio, ocultando mi cara en su pecho y rodeándo su torso con mi brazo de forma tímida.
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✦ˑ 𝗣𝗋𝗈𝖿𝖾𝗌𝗈𝗋 𝖽𝖾 𝗆𝗎́𝗌𝗂𝖼𝖺 𝄞⋆| 𝗟𝖾𝖾 𝗛𝖾𝖾𝗌𝖾𝗎𝗇𝗀
Fanfiction➥ En un mundo lleno de ruido y distracciones, a veces nos encontramos con algo que nos cautiva de una manera única y especial. Nuestra protagonista se encuentra inmersa en una vida cotidiana monótona y aburrida, hasta que un día escucha una melodía...