Capítulo 1

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Me llamo Lucy Elgort, tengo 17 años, y lo único por lo que vivo son los libros, pero sobre todo por mi saga favorita, el corredor del laberinto. Simplemente me encanta Thomas, por ser curioso, me encanta Gally por ser un asqueroso, me gusta Minho, por ser tan descarado y agradable a la vez. Pero, para que vamos a hablar de mi personaje favorito, Newt, es perfecto, ese es el adjetivo que más le conviene. Cuando fui al cine a ver la película, me quedé impresionada, pues no es como el libro, pero me encanta porque es especial a su manera. Y muchas veces (pero muchísimas) sueño que estoy en el claro con mi amado Newt, pero justo cuando eso, siempre suena mi alarma para ir al colegio.
Mi color favorito es el naranja, y vivo en una ciudad al norte de Londres, bastante grande. Mi hogar es una pequeña casa, que comparto con mis padres, pues mi hermano mayor, está en Suiza, trabajando.
No hay nada más que decir de mi, la verdad, así que os voy a contar todo lo que me pase durante el día, aunque no es nada interesante, casa-instituto-casa-bilioteca-casa, lo dicho, nada interesante.
La alarma sonó, y yo, como siempre, enfadada, porque nunca termino de ver mi sueño con Newt. La apago, y me voy a ir preparando para ir al instituto, ¡yupi, el instituto! (Sarcasmo).
Cuando acabé, baje a desayunar, cogí el café preparado por mi madre, y lo bebí, aunque al primer trago, se me quemo la lengua pues estaba hirviendo, y lo eché de mi cuerpo. Genial, ahora tendría que limpiar, simplemente genial.
Se me quitaron las ganas de comer, fui a por mi bicicleta, cogí la mochila y marche de mi casa, sintiendo todavía la lengua quemada.
-¡Eh! Ahí está la bruja Lucy-os presento a mi "amigo" Daniel, siempre, cuando al viejo edificio del instituto, me insulta, ya lo tomo como un hecho de la naturaleza.
-Gracias Daniel, tú eres un muggle, así que...-le dije desafiante
-¿Qué co#@ es un muggle, bruja Lucy? Ya lo sé que estás enamorado de mi, pero no hace falta que me lo digas tan directa.
Justo en ese momento reí y después dije:
-Claro... el día en el que esté enamorada de ti, me pegaría un tiro, para acabar con el sufrimiento.
A Daniel se le borró la sonrisa de la cara y fue a hablar con sus amigos.
Cuando entré por la puerta principal me dirigí a la clase que me tocaba, y así, pasó la mañana lentamente...
¡TOCÓ EL TIMBRE! Por fin, libré del sufrimiento marché corriendo, como Thomas cuando le perseguía el lacerador.

Una fangirl en el claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora