Capítulo 30

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Bien, ya está, no hay otra manera.
Abrí los ojos y vi un lacerador a pocos metro de mi.
-¿Pero qué...?-dije
Miré a mi alrededor. Los fucos bichos estaban luchando contra los clarianos.
Apareció un pitido en mis oídos y no pude oír absolutamente nada.
No pestañee, no hablé, solo observaba a la gente morir y a los laceradores ganar.
Moví la cabeza y lo que vi me rompió el corazón.
Era Chuck, un lacerador le perseguía.
Mis piernas empezaron a correr en su dirección con el cuchillo en la mano.
Tres metros, dos, dos y medio, uno...
Tarde.
Vi al niño que anteriormente estaba lleno de vitalidad, aplastado ante mis ojos ahora al borde de las lágrimas.
Caí al suelo de rodillas y el cuchillo se escapó de mis manos.
Para mi, el mundo se cayó, se derrumbó.
¿POR QUÉ ALGUIEN PUEDE SER TAN CRUEL?
¿CÓMO ALGUIEN PUEDE HACER ESTO, MATAR? MATAR SIN SENTIDO.
Cruel, eso es.
Furiosa, me levánte.
Sentía que unas lágrimas abrasadoras caían por mis mejillas, pero me daba igual. La furia que tenía dentro de mi me daba más calor.
Quería romper algo, y sabía perfectamente qué hacer.

Una fangirl en el claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora