Capítulo 31

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Cogí el cuchillo por la empuñadura con fuerza y anduve lentamente por el pasillo dirigiéndome a un lacerador que estaba atacando a Thomas.
Elevé el cuchillo y lo clavé en el viscoso cuerpo del lacerador que inmediatamente cayó al suelo.
Me di la vuelta y vi a Newt.
Estaba al límite del suelo, y luego el vacío.
No, no iba a permitir que me quitasen una gran parte de mi vida.
Corrí hacía ellos y justo cuando Newt iba a caer, le cogí de la mano y le levanté.
El lacerador no podía avanzar, era como si hubiese una pared invisible entre él y yo que no le permitía pasar.
Miré a Newt y él miraba al lacerador con los ojos abiertos como platos.
Mi plan daba resultado.
Grité a todos los clarianos que se pusiesen detrás de mi. Al principio no lo hicieron, pero después aceptaron y se pusieron detrás de mi.
Los laceradores iban a por nosotros y yo me acerqué a ellos un paso, y luego dos.
Después, una fuerza salió de mi, una fuerza extraña y brillante.
Sentía mi cuerpo arder y supe lo que estaba haciendo, puedo cambiar la historia.
No vi nada, no oi absolutamente nada.
Simplemente me concetraba en esa fuerza que me mataba por dentro.
Cuando me di cuenta, no tenía los pies en el suelo y abrí los ojos.
Solo veía luz y más luz.
Una voz en mi cabeza me dijo que debía dar vueltas, y así lo hice.
Sentía dolor en todas las partes de mi cuerpo y no podía respirar.
Mi corazón iba a mil por hora y luego, se detuvo y el ritmo disminuyó.
Caí al suelo con un fuerte sonido.
Miré a donde antes estaban los laceradores, y me fijé en que no podían avanzar.
Estaban a unos metros de mi, y no se movían hacia delante.
Si os digo la verdad, no tenía ni idea de lo que había hecho.
Miré justo al otro lado y vi a los clarianos entrar en una especie de pequeño túnel, y vi a Newt correr hacia mi.

Una fangirl en el claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora