Capítulo 6

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Oh, clonc, ¿ahora qué hago? No puedo salir corriendo por el laberinto, porque no quiero morir.
-Foder, baja ahora mismo o yo subo, pingaja-dijo el chico con rasgos asiáticos
-Sube si te atreves descarado Minho-reí
Él comenzó a subir por el tronco del árbol, pero pisó mal, y se cayó al suelo.
Reí alocadamente.
Minho se levantó del suelo y me miró mal.
Subió otra vez y cuando ya estaba casi por llegar, yo salté de la rama del árbol y baje despacio pero sin pausa al suelo, lo hice silenciosamente para que no me oyese. Cuando llegó arriba dijo:
-¿Dónde estás pequeña pingaja?
Él miró al suelo y yo le saludé.
-¿Pero bueno...? ¿Cómo llegaste ahí abajo cara fuco?-dijo él-ya verás cuando te atrape...
-¿Es eso una amenaza, descarado?-pregunté
-Si eso es una amenaza-dijo Minho mientras tocaba el suelo-te dejo cinco segundos para salir corriendo
-¿Pero para qué?-pregunté mientras él llegaba por el número 1.
2, 3, 4 y 5.
Cuando dijo el último número yo estaba en los huer tos escondida.
No miraba para que no descubriese donde estaba.
Oí gritos diciendo mi nombre, Minho...
Cerré los ojos y no hice ningún ruido.
Cuando los abrí, me encontré a Chuck mirándome extrañado.
-¿Qué haces, judía verde?-dijo él
-Esconderme de Minho, así que calla, que no quiero que me descubra-afirmé
-Bueno, resulta que Minho me ha sobornado para que te encuentre, así que...
-No serás capaz-dije
-Si que soy capaz... ¡MINHO!- gritó
Corrí por todo el claro, sin destino.
Miré hacia atrás para ver si alguien me seguía, pero no, así que fui andando sin dejar de mirar atrás.
-Mira por donde vas Lucy-dijo alguien
Giré la cabeza y me encontré con Gally, porque, sin darme cuenta me había chocado contra él.
-Perdona Gally, estaba escondiendome de Minho, y no te vi
-No te preocupes-dijo con tono dulce mientras se iba a donde estaban los constructores.
¿Por qué Gslly fue tan dulce conmigo, estará enfermo? En fin...
Le vi irse y seguí caminando hasta uno de los muros del laberinto.
Me tumbé en la hierba y miré al cielo. Ya se iban viendo algunas estrellas, y eso me hizo pensar... ¿Por qué me trajeron aquí? ¿Por qué soy la única que recuerdo? ¿Por qué James Dashner escribió sobre algo real? Todo era demasiado confuso para mi cabeza, así que, por el cansancio, me dormí tumbada, en el descuidado césped.

Una fangirl en el claroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora