cap 3

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Salió de la habitación un mes después. Regresando a su habitación habitual para limpiarse e ir a entrenar con los demás.

La puerta sonó suavemente y alguien entro.

—Cariño… lo siento tanto —Mía, madre de la  pequeña, fue y la abrazo con cuidado para no lastimarla aún más, traía consigo una bandeja de comida y paños junto con un recipiente de agua tibia— sabes que no debes hacer enojar a papá él es muy… difícil.

—Lo siento mamá —la pequeña tomo la bandeja empezando a devorar la comida. Su madre por otro lado limpio sus heridas y
empezó a poner vendas.

—Traje algo más para ti —dijo la pelirroja a la niña sacando de una caja pequeña llena de hielo— son… los dedos que te faltan, pensé que si los guardaba podrías volver a ponerte los dedos. Ya sabes cómo mi amor —acarició su cabello y le dio la caja— toma un baño, te veré abajo.

—Si mamá —dijo la nena con una sonrisa.

Maki estaba más animada. guardo la caja y tomo su baño y bajo a la biblioteca a leer y tratar de aprender como pegarse los dedos.

Meses después

Todo continuo igual, todos
entrenaban, los hermanos de Maki y Megumi iban muriendo cuando fallaban misiones o entrenamientos. Solo quedaban Sasha y las dos albinas junto a tres más. Aún todo era difícil. Maki seguía siendo castigada de vez en cuando, pero había aprendido a pegarse partes del cuerpo, aún le dolía todo lo que pasaba, los cortes, los golpes, las quemaduras, torturas y demás pero estaba mejorando.

Su madre y su hermana la querían, no se sentía sola que hasta una tarde…

15 de enero cumpleaños número 5, parece que mañana sería un día importante porque se estaba arreglando el estadio de lucha, sería interesante seguramente y podía descansar, por hoy todos estaban tranquilos.

—¿Quieres caminar? —preguntó Megumi con amabilidad.

—si, hermana —sonrió la menor.

Caminaron unas horas hasta la cima de una montaña cercana y se sentaron a observar el cielo mientras comían manzanas recolectadas en el camino.

—Oye... —hablo Maki.

—¿Mmm? —miró con curiosidad a su hermana, ella no era mucho de hablar así que se le hacía raro.

—yo… —Maki giro la manzana en sus dedos— Tengo miedo, quiero ser digna de está familia, todos son tan fuertes. ¡incluso tu hermana! Y yo... —bajó la mirada dejando caer la manzana— Soy tan inútil, jamás he podido lograr lo necesario para poder ser buena en algo, incluso con todo mi esfuerzo y empeño solo logro ser un estorbo yo lo sien… —de repente la
callaron, Megumi metió la manzana en la boca de Maki.

—Esta familia es complicada, Maki, no llores
juntas vamos a lograrlo, seremos fuertes y nunca nadie va a lastimarnos
—toma sus manos— promete, jamás dejarás que nadie te lastime, serás la más fuerte de todas, dejaras de llorar. ¿Okey? —sonrió con confianza— después de todo no hay dolor que no podamos soportar, somos kishimoto.

Maki sonrió, ¿Era verdad? ¿Ella podría lograrlo?,
Bueno seguramente junto
a su hermana podría, juntas podrían, se haría muy fuerte digna de admiración.
Toda una guerrera.

Sentimientos EncontradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora